29, junio 2022 - 7:00
Coka González visor de talentos mexicanos
Carlos Gabino
FOTO: Cortesía Sergio Castillo
Lleva más de medio siglo reclutando, dirigiendo y formando a niños futbolistas para que cumplan su sueño de jugar en Primera División en México y en el extranjero.
En esos 50 años de incansable pasión, Ángel González Monter, mejor conocido en el medio futbolístico como Coka, ha visto desfilar a miles de jóvenes talentos en busca de una oportunidad de debutar a nivel profesional, y él se las ha dado a cientos de ellos gracias a su aprobación y recomendación con los equipos.
“He ayudado a muchos jóvenes. Unos 250 han figurado en Primera División y unos 1,500 en Liga de Ascenso y la Segunda División. Es una satisfacción personal ver que mi trabajo rinde frutos, pero a la vez me da tristeza porque la mayoría de los que he ayudado son unos malagradecidos. Se olvidan de los que les echan la mano cuando apenas iniciaban. Yo he tenido a varios viviendo en mi casa, les daba de comer, para los pasajes o pasaba por ellos a sus casas para ir a entrenar o les regalaba zapatos. Y eso le pasa a mucha gente anónima que por su amor al futbol y por sus propios sueños frustrados de jugar en Primera, ayudan a niños a los que les ven potencial. Ellos son los héroes olvidados del llano.
“En mi caso, no me ha ido mal económicamente, pero de tantos que ayudé, pocos se acuerdan de mí. Y no quiero que me den dinero; me conformaría con que de vez en cuando me manden un saludo, me feliciten en el Día del Padre o en mi cumpleaños. Uno a quien le agradezco que está pendiente de mí es Cuauhtémoc Blanco; él es un ser humano excepcional. Durante la pandemia me visitó y me apoyó con unas cosas. Ricardo Peláez, Guillit Peña y Amaury Ponce también se acuerdan de mí”.
Es larguísima la lista de jugadores que Coka conoció de cuando eran adolescentes y los vio desarrollarse y triunfar en el futbol. El más destacado es Cuauhtémoc Blanco, a quien llevó al América después de que lo vio en un equipo contrario a una selección que dirigía Coka y que le metió cuatro y siete goles en dos partidos.
SUS ORÍGENES
El apodo de Coka “lo tengo desde que tenía yo 8 años de edad y sale porque mi papá trabajó 32 años en la Coca-Cola. Nací en la colonia Cosmopolita, alcaldía Azcapotzalco, pero a los 2 años y medio me llevaron a vivir a la Purificación, en Texcoco; allá mi papá con sus ahorros compró una huerta y ahí me crié hasta los 8 años, pero mi mamá, toda una guerrera y preocupada por la escuela, nos llevó a San Miguel Tepetlaoxtoc, Estado de México, y después a la colonia Gabriel Hernández, en la Gustavo A. Madero, cerca de la Nueva Atzacoalco, cuando era puro sembradío de maíz, pero luego se empezó a colonizar cuando tenía 12 años empecé a jugar futbol, en el equipo Morelia, en una liga de la iglesia. Yo no tenía idea de hasta dónde iba a llegar”, nos cuenta de cómo inició en el futbol.
Continúa: “A los 15 años, se hace la selección de la iglesia católica de los tarsicios, donde el Hermano, así le decíamos al entrenador, me apuntó; el equipo era de 16-17 años, así que era yo el más chico; jugaba defensa central, no era muy técnico, pero tenía unos de esos…, grandes. Me hice líder en el equipo, pero mi etapa como jugador fue muy corta, me probé con el Oro de Guadalajara, pero a los 21 años dejé de jugar porque me rompieron la rótula. A los 17 años formé mi primer equipo con los niños de la cuadra, el San Pedro, en la CTM Atzacoalco. Me lo patrocinó un amigo, Robert, dueño de la tienda La Fortaleza; nos dio playeras, shorts, zapatos. Ahí me di cuenta de que era yo visionario y tenía facilidad para organizar y seleccionar. Para no gastar tanto, compramos la tela y mandamos a hacer los uniformes con una modista.
“Luego nos fuimos a otra liga más fuerte, la Lindavista y nos inscribimos a los Juegos del Distrito Federal para representar al DF a nivel nacional; el primer año nos dieron una madriza, pero empecé a buscar jugadores de otros lados y me pirateé a varios en la GAM y me asocié con el señor Sandoval, formamos buenos equipos y empezamos a ganar títulos. De ahí pasamos a la liga Interclubes y luego a la Liga mexicana de nuevos valores, contra filiales de equipos profesionales; ya tenía siete equipos de distintas categorías. Me inscribí como el Atlas y llegamos a la final en cuatro categorías, y aunque sólo gané un título, sirvió para que alguien se fijara en mi trabajo”.
Ese alguien fue nada más y nada menos que don Panchito Hernández, presidente deportivo del Club América, quien “estuvo ahí viendo los partidos y me mandó llamar a su oficina. Me felicitó por haber llegado a tantas finales, y sin más me pregunta: ‘Angelito, ¿no te gustaría trabajar para mí y el América? Necesito un entrenador, visor, buscador de talento’. Me dieron ganas de llorar. ‘Claro’, le contesté. Ya seleccionamos 27 jugadores de los 4 equipos que trajiste, para que nos los mandes. Y así llegué al América, en 1979. Le comenté al señor Sandoval, quien llegó a un acuerdo con Panchito y se forma el América GAM”.
ACLARACIÓN
Sobre el problema que le costó salir de Pachuca, donde era visor, por el problema con un joven (Daniel Ramírez), comenta: “La verdad ni me acuerdo de él. Era un chavo que iba bien con Pumas y una vez que lo entrevistaron se le ocurrió decir que yo le pedí 10 mil pesos para ayudarlo a que lo firmaran. A mí me perjudicó eso, pero él de plano desapareció”.
“Te juro que nunca he pedido dinero. ¿Crees que me iba a quemar por 10 mil pesos, cuando en Pachuca ganaba 250 mil pesos al mes? Lamentablemente han usado mi nombre para chingar a la gente. Se han aprovechado de que me conocen para lucrar con mi nombre; dicen ser mis socios o sobrinos para estafar a la gente. Y reto a cualquiera que me diga en mi cara si les he pedido dinero”.
“No soy un ratero. Mi mamá fue el gran ejemplo de mi vida, mi ídolo. Ella me inculcó buenos principios y valores, principalmente me dijo: ‘jamás robes’ y jamás mientas’”.
“Mi mamá murió de cáncer a los 53 años; yo tenía 26. Fue una verdadera mujer, me heredó buenos principios y valores. Cuando los padres te dan ejemplos de vida y valores, siempre vas a ser un hombre de bien; cuando te inculcan maldad, pues vas a ser malo”.
SUS PROYECTOS
Yo quisiera hacer un libro, a la mejor de dos tomos, uno de anécdotas con los jugadores con los que conviví, y otro de mi propia vida, de cómo empecé. Me da gusto que cuando voy a los estados, municipios, hay mucha gente que me admira y hasta me piden autógrafos.
Uno de sus sueños es un proyecto que ojalá la Federación Mexicana de Futbol o la liga MX pudieran llevar a cabo. Ante tanto extranjero en nuestro balompié, sugiere llevar a cabo una Liga Mexicana de Fuerzas Básicas, donde participen jugadores de todo el país. Ya tiene por escrito el proyecto, pero necesita, y a través de ESTO, solicita a Yon de Luisa y Mikel Arriola, una cita para darles a conocer su iniciativa.
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