PACO G. VILCHIS

FOTO: MEXSORT

Tras la oficialización de las sedes mundialistas para la Copa del Mundo que se realizará entre Estados Unidos, Canadá y México, los números económicos se comienzan a mover y, para el caso de nuestro país, a falta de cuatro años para se inicie esta justa, ya se estima que la derrama económica será de algo así como 500 millones de dólares repartidas entre la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey.

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Esta estimación es la que adelantan los cálculos de la propia Federación Mexicana de Futbol, que estará albergando por tercera ocasión un Mundial. El mismo presidente del organismo del balompié nacional, Yon de Luisa aseguró que esta cantidad millonaria sólo corresponde a las tres ciudades citadas; sien embargo, en otras entidades también habrá impacto económico por los millones de personas que estarán en el país para 2026. 

“Una parte del análisis para llegar a esto es la derrama hotelera. Si pensamos que vamos a tener por lo menos 150 mil personas promedio de visita en cada una de las sedes, esto generaría arriba de los 70 millones de dólares en derrama hotelera en cada una de estas ciudades, si a esto sumamos el gasto en restaurantes, bares y otros que llevan a cabo los visitantes, así es como la suma de las tres sedes la estimamos arriba de 500”, adelantó el directivo.

De Luisa también abundó que también habrá cierta derrama secundaria en varios sectores de las ciudades, de cual no se tiene un cálculo preciso, pero de que entrarán muchos millones a diversos lugares, es claro. 

Sobre los ingresos publicitarios, recordó que es un tema que le corresponde enteramente a la FIFA y que esa información no la comparte. 

El presidente de la FMF explicó también que evidentemente México tendrá que hacer una gran inversión en infraestructura para albergar el Mundial, pero uno de los temas de mayor interés es lo qué se hará para modernizar el Estadio Azteca, inaugurado en 1966 y que ya ha recibido las Copas de 1970 y 1986.

De los tres estadios, el Akron en Guadalajara; el Gigante de Acero en Monterrey; y el coloso de Santa Úrsula, es el último el que obviamente requiere de una mayor inversión, algo así como 150 millones de dólares para ponerse a la altura de los requerimientos de FIFA. 

Entre los cambios más notables está el tener estacionamientos más amplios, baños de primer nivel, la renovación de los vestidores y el incremento de cinco mil butacas más, además de remodelaciones en todos los palcos y plateas. Según los trabajos de remodelación darán inicio en el primer semestre del 2023.

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