Los Yankees de Nueva York son el equipo más ganador de las Grandes Ligas con 27 Series Mundiales y los estándares en la novena siempre han sido muy altos a lo largo de la historia. Ni el paso del tiempo ha logrado que cambien algunos patrones, uno de los más llamativos es que hay una increíble razón por la que sus jugadores tienen prohibido usar barba.

TE RECOMENDAMOS: Opening Day para dummies: lo que debes saber para entender las Grandes Ligas

Matt Carpenter se convirtió en el caso más reciente de un jugador que a lo largo de su carrera usó barba hasta que lo firmaron los Bombarderos del Bronx, ahora su vello facial se limita a un bigote. Rougned Odor, Corey Kluber son otros casos recientes y así se podría seguir a lo largo de los años.

El origen de esta política se remonta a 1973, año en el que el empresario George Steinbrenner compró a la novena por 10 millones de dólares. Después de ver a jugadores con barbas y cortes estrafalarios decretó que los Yankees tenían el deber de dar una imagen corporativa, así que dictó una norma que ya suma casi 50 años de existencia:

Recibe vía WhatsApp todas nuestras noticias deportivas, manda la palabra ALTA en este enlace

“Todos los jugadores, coaches y ejecutivos masculino están prohibidos de usar cualquier vello facial más que bigotes y el cabello no debe de crecer más allá del collar. Las patillas no están específicamente prohibidas”, dictaminó a su llegada, desde entonces se ha convertido en una tradición y sello de sus peloteros.

Steinbrenner fue dueño en solitario hasta 1999, luego en 2007 su familia retomó el control total, falleció en 2010, pero la política sigue vigente a pesar de las amenazas por parte del gobierno de Nueva York de crear una ley que prohíba la discriminación en los espacios de trabajo por razones de cortes de cabello o vello facial.

TE PUEDE INTERESAR: ¿Cuánto gana Randy Arozarena, el nuevo ídolo de México?

Jugar en los Yankees impone, pero también hay quienes se han negado por esta norma. Uno de ellos es Dallas Keuchel, quien reveló que no quiso jugar con Nueva York porque eso hubiera significado despedirse de su barba.