POR RUBÉN BERISTÁIN
FOTOS: LUIS GARDUÑO
ENVIADOS

La esperanza es lo último que muere. Esa frase también aplica en el futbol a la perfección. La afición de Pachuca nunca perdió la fe a pesar del marcador adverso en su contra. El 0-2 con el que llegaron a casa podía parecer una diferencia complicada de alcanzar, sobre todo contra un Atlas que raya en la perfección defensiva y con una contundencia ofensiva digna de presumir.

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Los seguidores de Tuzos no fallaron e hicieron lo suyo. Con una confianza inquebrantable quisieron acompañar a su equipo hasta el final, sin importar el marcador, sólo una pasión infinita por los colores blanquiazules, y demostrar que al líder del Clausura 2022 no se le podía dar por muerto ni en el peor escenario posible. “Es ahora o nunca, Pachuca somos todos, apoyemos a nuestro equipo rumbo al campeonato”, publicó la cuenta oficial del grupo de animación del conjunto hidalguense. El llamado fue un éxito.

Aproximadamente 500 seguidores se juntaron en la Avenida Boulevard Felipe Ángeles con el fin de hacerle sentir a sus jugadores, que toda la afición estaba con ellos. Eran las seis de la tarde y el pasillo ya estaba abarrotado con banderas, bombas de humo y un ambiente de fiesta total. “Tuzos, Tuzos”, se pudo escuchar en cuanto el camión del equipo se vio a lo lejos. “Te canto porque te quiero, por eso te vengo a ver, suda la camiseta, hoy no podemos perder”, cantaron al unísono, con trompetas, tambores y hasta bengalas que iluminaron la esperanza local.

El transporte tuvo que ir despacio por un tramo de algunos metros, con todo su alrededor lleno de pasión y un amor enorme por la institución. Los futbolistas vieron desde dentro, algunos aplaudieron y otros grabaron con sus cámaras de teléfono. De esa forma se contagiaron de buena vibra por lograr la remontada con su gente y en su casa. ” Te juro que te amo”, fue el último mensaje que pudieron observar en el camino antes de ingresar al recinto. Todo fue alegría en la Bella Airosa, los aficionados Tuzos nunca dejaron de creer.

GRAN INVASIÓN ROJINEGRA

La afición de Atlas no se quedó atrás. Ellos no pudieron hacer pasillo ni recibir a su equipo entre un gran ambiente, sin embargo, lo hicieron a su propio estilo. La entrada que recibe a la afición visitante se pintó completamente de rojo y negro. “Arriba el Atlas”, sonó en varias ocasiones. Incluso Daniel Osorno, uno de los referentes tapatíos en toda la historia, no faltó a la cita y en cuanto fue reconocido complació a decenas de aficionados que le pidieron una fotografía. Ya en las gradas, una de las cabeceras parecía una de las que tantas veces se ve en la Perla Tapatía, lo que demostró que el bicampeonato se respiraba muy cercano, al menos eso demostraron en las tribunas del Hidalgo.

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