Ivonne Almaraz

FOTO: Oswaldo Figueroa | ESTO

Pachuca se convirtió en la sede del primer episodio de la Gran Final del Clausura 2022 de la Liga MX Femenil y desde temprana hora, el ambiente se tornó festivo.

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El trofeo estuvo en la explanada del Salón de la Fama y algunos de los seguidores no dudaron ir para tomarse la fotografía del recuerdo. En cuanto a Chivas, el equipo rojiblanco realizó activación en el hotel de concentración y las Tuzas hicieron lo propio.

Más tarde, algunos aficionados se dieron cita a las afueras del hotel donde se hospedaba el Rebaño y a un par de horas de que el esférico rodara, planearon todo para llevarse una que otra firma. La hora llegó y las jugadoras salieron poco a poco al camión que ya las esperaba para dirigirse al Hidalgo: “Chivas, Chivas, Chivas”, era lo que coreaban algunos.

Rubí Soto fue de las primeras en aparecer y de las más solicitadas, un par de segundos después, Celeste Espino se detuvo para atender a una familia con dos pequeñas que no dudaron en desearle lo mejor: “Queremos verlas campeonas, ustedes pueden”, le dijeron.

Alicia Cervantes fue de las últimas en salir y pese a que iba con el tiempo encima se detuvo para regalar una que otra selfie.

Una pequeña de nombre Diana se robó la atención de Blanca Félix, ya que en la jornada uno le regaló sus guantes: “Ese día ella se acercó, me los regaló y ahora por fin pudo firmarlos”, dijo la niña para el Diario de los Deportistas. “Es una gran persona, yo solo quiero desearles todo el éxito, vamos por esa Copa”, añadió con nostalgia y entre lágrimas de ilusión.

Ya a las afueras del inmueble, los seguidores de ambas escuadras respondieron y las taquillas cerraron de manera rápida: “Nosotros compramos boletos desde hace unos días, pero ahorita que unas amigas querían conseguir ya no tuvieron suerte, la reventa está muy fuerte”, mencionó Luis, un aficionado de las de la Bella Airosa.

Entre banderas, las mascotas de los equipos en peluche y los escudos pintados en el cachete la fiesta inició.

Los protocolos de salubridad no se pasaron por alto y desde las filas de entrada tomaron la temperatura, al tiempo que regalaron gel desinfectante.
El club hidalguense no perdió la oportunidad de obsequiarle a los primeros asistentes una pequeña toalla de mano con los escudos de amas escuadras y la fecha de la Gran Final.

Ya en las gradas, los colores que acapararon la atención fueron el rojo y blanco, incluso por varios momentos el Rebaño parecía local.

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