YAEL RUEDA

Foto: Claudio Peri | EFE

Tuvo que pasar más de una década para que el Inter de Milán volviera a levantar la Copa de Italia. Para ser exactos, fueron 11 largos años de sequía hasta que el croata Ivan Perisic, con un doblete en los tiempos extras, le entregó el título a los suyos, marcador final 4-2 sobre Juventus.

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El primer éxito del año llegó para el Inter que todavía se mantiene en la lucha por la Serie A, sin embargo, era imperativo hacer las cosas bien en el Clásico Italiano que no decepcionó en cuanto a espectáculo se refiere.

El gol que abrió el marcador no tardó en llegar, apenas a los siete minutos, Nicollo Barella tomó el balón por la izquierda, avanzó ante lo permisiva de la zaga y sacó un escopetazo desde fuera del área para superar a Mattia Perin.

El primer tiempo culminó con este marcador parcial, sin embargo, apenas en el arranque del complemento Juventus encontró el empate que llevaría mayor emoción al duelo. Dusan Vlahovic recibió en el área, intentó el remate que rechazó la defensiva, pero Alex Sandro tomó la pelota fuera del área, jaló al gatillo y Morata la desvió para ponerla en el fondo.

De inmediato fue un contraataque en el Vlahovic encaró a Handanovic, el meta rechazó con el rostro y en el rebote el serbio no perdonó. La ventaja cayó para la ‘Vieja Señora’.

Fue un penalti el que devolvió la igualdad al enfrentamiento. Lautaro Martínez fue derribado por Leonardo Bonucci y no falló Hakan Calhanoglu cuando faltaban solamente diez minutos para el final.

Ya en los tiempos extras, Ivan Perisic cobró otra pena máxima y puso la ventaja para los suyos, pero eso no sería todo, porque el croata remató desde el vértice del área, inalcanzable para Perin y suficiente para comenzar la fiesta en el vestidor nerazzurro.

Con información de EFE

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