ABRIL VILLEGAS

FOTO: CRISTIAN DE MARCHEN | MEXSPORT

La historia de Carlos Salcido está llena de éxitos en el ámbito deportivo, medallista de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, participó en tres copas del mundo (Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014), donde fue consagró como uno de los mejores jugadores. También jugó en el Viejo Continente en el PSV  Eindheven y con el Fulham FC. logrando buenas temporadas en suelo europeo.

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Pero no fue fácil, el oriundo de Ocotlán, Jalisco tuvo que dejar su ciudad natal a los 13 años para lograr sus sueños,  el ex seleccionado nacional llegó a Guadalajara donde vivió con una tía y comenzó a trabajar para sobrevivir sus primeros trabajos fue lavando carros, camiones, atendiendo una ferretería, en una empresa de vidrio soplado y haciendo muebles (su familia se dedicaba a ese oficio), pero el fútbol no estaba dentro de sus planes.

Sus inicios en el balompié fue por diversión ya que jugaba con sus amigos del barrio, ellos tenía un equipo llamado Oro Jalisco, en Tlaquepaque y los acompañaba a los juegos ya que en esos momentos Salcido se encontraba de descanso, pero la historia cambiaría ese día, el equipo no se completaba y tuvo que ayudar a sus amigos y decidió jugar. El destino le tenía preparada otra jugada.

Al finalizar el encuentro, se le acercó un visor llamado Ramón Candelario, quien le preguntó si quería jugar fútbol profesional, pero no estaba muy convencido de que ese deporte le dejaría para vivir y a pesar de que ya entrenaba no dejaba su trabajo. Con el paso del tiempo, Salcido se dio cuenta que podía vivir de la patada y aprovechó todas las oportunidades que se le fueron presentando. 

El 22 de julio del 2002 quedó grabada en la memoria del tapatío cuando hizo su debut con el Rebaños Sagrado, tras lograr buenas actuaciones fue llamado a la selección mexicana de fútbol donde se convirtió en un referente, tras su regresó de Alemania fue fichado por el PSV Eindhoven, cuatro años más tarde firmó con el Fulham FC de la Premier League.

Después de cinco años de su aventura por Europa, Salcido regresó al balompié nacional y se enroló con los Tigres de la Autónoma de Nuevo León, más tarde volvió a vestir los colores de las Chivas para decirle despedirse de las canchas con la escuadra del Veracruz.

Salcido dejó un legado en la selección nacional, disputó 122 juegos y anotó 10 goles. En la Eredivisie obtuvo dos títulos, una Supercopa de Holanda, en la Liga MX, tres Copa MX y una Supercopa MX. 

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