PACO G. VILCHIS

FOTOS: MEXSPORT

Después de acceder por primera ocasión a los cuartos de final de una Copa del Mundo en México 1970, la Selección Mexicana se perfilaba como gran favorita para clasificar a la justa de Alemania 1974. El único boleto para Concacaf se disputó en un torneo jugado en Puerto Príncipe, Haití, donde el Tri tuvo que lidiar ante Honduras, Guatemala, Antillas Holandesas, Trinidad y Tobago y el país anfitrión. 

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La Selección Mexicana, comandada por Javier de la Torre, y con jugadores como Enrique Borja, Arturo Ayala, Héctor Pulido, Ignacio Calderón, Rafael Puente y Javier Guzmán, fue recibida con cánticos de brujería, insultos y hasta con animales muertos, ante lo cual se empezó a crear la idea de que los haitianos, famosos por este tipo de prácticas, le habían echado maldición y vudú al equipo Tricolor. 

A las afueras del hotel de concentración y cada que el equipo salía de la concentración, los cánticos y rituales extraños eran el común denominador para el cuadro mexicano, que arrancó la justa con un inesperado empate sin goles ante la débil Guatemala, lo que le dio más fuerza a la supuesta brujería vudú. Por si fuera poco, antes del inicio del primer duelo, el portero Ignacio Calderón se cortó un dedo con un vidrio de un vaso roto y quedó fuera de acción. 

Se pensó que el resultado inicial era meramente un accidente y que ante Honduras se arreglaría la situación, pero lo mismo pasó, se empató a unos. Los lesionados se fueron incrementando a lo largo del torneo y quedaron fuera Rafal Puente, López Salgado, Pulido, Borja, Ricardo Chavarín, entre otros. 

Ante tales hechos se alimentaba más la posible brujería, pero el cuadro tomó un respiro en el tercer choque, en el que goleó 8-0 a Antillas Holandesas. Tras el triunfo se dice que los mexicanos se fueron a beber y agarraron una fiesta monumental, que de nada les sirvió de cara al partido más importante, ante los trinitarios, contra los que cayeron por 4-0, resultado que significó el adiós a Alemania 1974 para los mexicanos.  

Tal vez sí hubo miedo y cosas extrañas por los rituales de brujería, pero fue curioso que ante los haitianos, ya clasificados al Mundial, la Selección Mexicana ganó por la mínima diferencia. Más que el vudú, se habla mucho de que los excesos de parrandas y confianza, fueron las causas principales para que el Tricolor no pudiera clasificar a la justa mundialista a pesar de ser el gran favorito para obtener el único boleto del área. 

Video: El Canal de Javier Alarcón

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