ESTO EN LÍNEA 

Entre el cierre parcial de 5 mil asientos, la controversia del ultra defensivo plan que propuso hace una semana y la necesidad de atacar, anotar algún gol y ganar, el Atlético de Madrid se expone al Manchester City en un partido decisivo, del que saldrá la sentencia firme sobre la capacidad actual del equipo español, la utilidad del planteamiento en la ida del argentino y el pase a las semifinales de la Champions League, inalcanzables desde la temporada 2016-2017.

FECHA: 13 ABRIL 2022

HORARIO: 14:OO HORAS 

TRANSMISIÓN: HBO

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El gol de Kevin de Bruyne, al minuto 70 del partido de ida, sobrepasó el debatido ejercicio de repliegue al que se encomendó de forma indudable el Atlético de Madrid, que ni siquiera tiró a portería, dentro de una misión de resistencia que alcanzó hasta entonces, entre la forma con la que limitó las ocasiones de su adversario, pero también con la que su oponente rebajó los riesgos ante el temor a algún contragolpe.

En ese panorama, el 1-0 no dejó a nadie insatisfecho. Ni al Atlético de Madrid, que enfatizó su funcionamiento defensivo, el factor del encuentro de vuelta en su estadio y la supervivencia con un mínimo daño en el marcador; ni al Manchester City, reafirmado como favorito, al frente de la eliminatoria y con el abanico de resultados que le permite seguir adelante: cualquier victoria, cualquier empate, hasta la derrota por un gol, que provocaría la prórroga y los posteriores penaltis en un duelo que ya no admite matices.

El plan del Atlético de Madrid para la vuelta es una incógnita. No puede ser tan defensivo como lo fue el martes pasado, porque la clasificación exige como mínimo un gol, pero tampoco se aventura una ofensiva total que lo descubra demasiado en la retaguardia, teniendo en cuenta la colección de buenos futbolistas, recursos y talento que tiene a sus órdenes Josep Guardiola.

La derrota del fin de semana frente al Mallorca, en la Liga española, justo después de caer ante Manchester City, trasladó las dudas en el juego que ya había ofrecido, incluso en los ocho encuentros consecutivos sin perder, porque el Atlético ganaba, pero casi nunca de forma incontestable, casi nunca con un encuentro a la altura de las expectativas, salvo excepciones, como el 3-1 al Real Betis o toda la eliminatoria contra el Manchester United, en los octavos de final de la Champions League. 

¿Tiene el Atlético equipo para superar al Manchester City? Sí lo parece. Pero necesita su mejor versión, colectiva e individual, de hombres llamados a ser cruciales, como Joao Félix, quien ha participado en nueve goles, siete suyos y dos de sus compañeros en los 10 últimos choques; o de recursos ofensivos desde el banco de suplentes, como Luis Suárez.

Se prevé un ambiente espectacular, de las grandes noches en el estadio Wanda Metropolitano, con todas las entradas vendidas, con el cierre parcial de un sector de 5 mil aficionados con el que le sancionó el Comité de Apelación de la UEFA, siempre que el Tribunal de Arbitraje Deportivo no le conceda la suspensión cautelar, por el comportamiento discriminatorio de sus seguidores ultras en la ida de hace una semana en el Etihad Stadium, y con una racha en casa a la que no está acostumbrado: no ha ganado ninguno de sus seis compromisos recientes de Champions League como local; una rareza con Simeone, como lo está siendo esta temporada, tan irregular, tan desconocida y tan pendiente ahora del Manchester City.

Cualquiera que pensara que el Manchester City iba a salir tocado de sus dos primeros partidos de las semanas más complicadas del cierre de temporada, con tres títulos en juego, se equivocó completamente. Los Citizens refrendaron su triunfo ante el Atlético de Madrid con una exhibición ante el Liverpool, que terminó en empate a dos tantos.

Guardiola maneja los diferentes tempos para adaptarse al equipo que tenga enfrente. Al Atlético de Madrid lo maniató a pases hasta que encontró el hueco; al Liverpool lo presionó hasta convertirlo en un conjunto inferior, al que golpeó como si de una pelea de boxeo se tratara. Un centímetro, en un fuera de juego de Raheem Sterling, los privó de la victoria, pero la moral con la que salen de Inglaterra rumbo a Madrid es mayor que la de hace una semana antes de recibir al Atlético.

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