Andrés Lillini se fue a bañar temprano el fin de semana en la cancha del Estadio Azteca. El entrenador de los Pumas de la UNAM vio rota su racha de más de 50 partidos al frente de los Universitarios sin ser expulsado al reclamar una falta sobre Diogo de Oliveira al minuto 77, tras el gol de Juan Escobar, cosa que le dio la ventaja y posterior victoria a Cruz Azul.

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Lillini le habría dicho al árbitro central del encuentro, Fernando Hernández, que era un “hijo de puta”, por lo que este decidió mostrarle el cartón de expulsión. Al respecto, Andrés comentó en rueda de prensa que se sentía decepcionado porque, desde su punto de vista, son cosas que no deben exponerse ante la opinión pública y dejarlo para la Federación y la Liga MX.

“Me tocó ser expulsado del torneo local, un mal ejemplo para el grupo, para mí. Dolido porque me exponen ante la opinión pública en un documento que debería ser privado de la Federación y de la Liga, eso sí me golpea mucho”, aseguró.

El técnico destacó también que va a corregir la postura porque es también un ejemplo para los futbolistas y su comportamiento no fue el adecuado, por lo que entiende su responsabilidad en el club. “Pienso que las situaciones son de otra manera. Sé en dónde estoy sentado y lo que tengo que aguantar de algunos sectores, pero al final doy la cabeza de esto para cosas buenas y malas”, expresó.

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