ALLAND JHONNATHAN

FOTO: CORTESÍA RODRIGO CORO

Qué importa si el Abierto Mexicano de Tenis quedó atrás, Rodrigo Corro sigue poniendo la misma cara de felicidad cuando se le toca el tema o habla del mismo. El poblano participó por tercer año consecutivo hace unos días como Hitting Partner en Acapulco, donde ni más ni menos ayudó a la puesta a punto del número uno del mundo, Daniil Medvedev, experiencia que aún no acaba de digerir o disfrutar.

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Sí, Corro hizo las funciones de un sparring de box, intercambió golpes; no con los puños, que nadie piense mal, sí con la raqueta jugando de lado a lado o tratando de devolver los servicios de los profesionales de la ATP.

“El término correcto es Hitting Partner y lo que hacemos es entrenar con ellos (los tenistas profesionales) agarrándote a raquetazos, ayudándoles a entrenar. Si en un momento uno de ellos no se está sintiendo cómodo jugando a la derecha, te piden que les estés jugando con ese perfil o igual si tiene problemas con bolas altas o de lado a lado”, confiesa en exclusiva para El Sol de Puebla.

“Recuerdo muy bien que estaba muy cómodo en la cama del hotel descansando tras haber entrenado, entonces me llega un mensaje de quien organiza las prácticas de los sparrings allá y me dice, ‘Corro te necesito aquí a la una’, le dije que sí; pero tenía la curiosidad de saber con quién me tocaba, a lo que contestó, ‘te toca Daniil Medvedev’. Lo primero que hice fue el levantarme de la cama para gritar”, agrega.

Corro debía de controlar sus nervios tras ser asaltado por preguntas sobre cómo un chico de 21 años, estudiante de administración de empresas entrena un día con sus compañeros de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) y al otro lo hace con el número del planeta.

“La verdad después me vinieron los nervios porque entendí que estaría compitiendo contra el número uno del mundo, el mejor de mi deporte y desde la primera bola te das cuenta de que él le está pegando durísimo a la misma. Si bien es una experiencia padre, hay que saberla controlar para no fallar entre la adrenalina y el nervio”, comparte.

El campeón nacional en 2019 no sólo pasó con buena nota la prueba, también intercambió puntos de vista con el ruso y éste le ayudó recomendándole trabajar el juego de pies para no llegar forzado a los golpes cuando se va de lado a lado sobre la pista.
“(Medvedev) es un tipazo, desde el primer minuto que trabajé con él siempre me trató súper bien. La verdad le pedí la foto y aceptó sin dudar, luego me lo encontraba por el complejo y siempre me saludaba de forma muy grata”, ensalza.

Además de trabajar con el ruso, ayudó a entrenar en Acapulco a Jenson Brooskby (Estados Unidos), John Isner (Estados Unidos) y Matteo Berrettini (Italia).

NADAL, DE OTRO PLANETA
Si bien practicó con el número uno del mundo; no tuvo la chance de hacerlo con Rafael Nadal, el tenista con más Grand Slams (21). Aunque sí tuvo la chance de seguir al maraconí a nivel cancha, de “lejitos aunque sea”, lo cual le sirvió para darse cuenta de la pasta de atleta del español.

“Entrenar con él es muy difícil, trae a todo su equipo, nada más a David Ferrer. Pero lo vi entrenando a nivel de cancha y es impresionante cómo se mueve, qué fuerte está y sólo verlo te impone”.

Corro durante este fin de semana estará jugando con la UPAEP, universidad a la que representa dentro de la CONADEIP, el Circuito Nacional de Tenis Universitario (CNTU). El certamen reúne a los mejores equipos del país a lo largo de tres etapas jugándose éstas en diferentes estados del país o ciudades.
Los mejores de las tres partes de la gira, ya sea en los varones y las féminas, se ganan el derecho de jugar la gran final. Hasta antes de la pandemia, los triunfadores de cada rama de la cuarta etapa se hacían de un Wild Card para el Abierto Mexicano.

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