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8, marzo 2022 - 1:20

┃ José Ángel Rueda

Amazonas

JOSÉ ÁNGEL RUEDA

Foto: Oswaldo Figueroa

Consolidadas como unas de las Amazonas del ring más importantes de la actualidad, Amapola, Guerrera, Lluvia y La Jarochita platicaron con el Diario de los Deportistas en el marco del Día Internacional de la Mujer. Las luchadoras del CMLL han vencido los tabúes para cumplir su sueño en los encordados.

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Amapola, quien lleva más de dos décadas arriba del ring, recuerda con una sonrisa sus inicios en la Lucha Libre, esos años en los que tuvo que inventarle a sus padres que entrenaba lucha olímpica, cuando en realidad su anhelo era convertirse en una luchadora profesional. La plática con ellos no fue sencilla, pero al ver que el sueño era tan fuerte accedieron.

“Cuando traes muy enfocado ese sueño, a dónde quieres llegar, no importan los obstáculos ni los sacrificios. Estudiaba, me entrenaba y hacía lo que hiciera falta, hasta que por fin llegó mi debut. Llegar aquí al CMLL también representó mucho sacrificio, fue con una convocatoria que hizo “Diabólica”, éramos como 60 jovencitas que queríamos entrar, fui la única que quedó, se me dio la oportunidad, mis papás me dejaron, pero tenía que seguir estudiando administración de empresas, no la ejerzo, pero entregué el título”, recordó la ruda.

La historia de Amapola es parecida a la de muchas otras luchadoras que han tenido que pelear para llegar al profesionalismo, sobre todo cuando en la familia no existe esa tradición. Por el contrario, hay gladiadoras que crecieron cerca del ring disfrutando de las batallas de sus padres.

“Siempre he tenido el apoyo de mi familia, a pesar de que el único luchador que había era mi papá, todos los demás veían futbol, se dedicaban a otra cosa, cuando mi papá ya vio que sí me interesé y que quise ser luchadora profesional, se preocupó un poquito pero de todas maneras siguió el apoyo”, dijo La Jarochita, quien vivió un caso similar al de la Guerrera y Lluvia, con la lucha en sangre gracias al “Bronco” González y el “Sangre Chicana”.

Ambas gladiadoras acudían a la Arena México para ver a las luchadoras que labraron un camino. “Yo veía las luchas de antaño, de Lola González, Irma González, la Pantera Sureña, un día dije, quiero estar en el CMLL, y más con las Amazonas, y esa fue mi gran ilusión y mi gran sueño”, comentó Guerrera.

La vida arriba del ring no ha sido sencilla. Las luchadoras han tenido que enfrentar momentos complicados. Lluvia, por ejemplo, evoca sus primeros años como profesional, las largas giras en las que tenía que dejar a su hija.

“Es difícil porque es un deporte que te absorbe muchísimo tiempo, un deporte muy celoso porque viajas, yo he estado en gira de tres meses, entonces combinarlo con otro trabajo no se podría, sacrificas mucho tiempo con la familia, fechas muy importantes, yo lo viví con mi hija, ahorita ella ya es una señorita de 19 años, pero cuando ella estaba chica era cuando yo tenía muchos viajes. Tengo un bebé de cuatro años, ahora si voy de viaje es Guadalajara, a Puebla, pero es ida y vuelta, se queda con su hermana, pero con mi hija si batallé mucho. Es un deporte al que le tienes que dedicar todo el tiempo, pero amo la Lucha Libre y todo ha valido la pena”.

El sacrificio las ha llevado lejos. El espectáculo que ofrecen arriba del ring ha sido del agrado del público, que cada vez más pide que las funciones de las Amazonas sean las estelares. “Cuando yo era aficionada, siempre veía a las Amazonas que cuando empezaba la función ellas eran la primera lucha, eran a una caída, nunca me imaginé que íbamos a llegar a esto en tan poco tiempo, yo llevo 13 años en el CMLL, siempre le hemos echado muchas ganas, la gente nos lo ha reconocido, han levantado la voz al decir que merecíamos un lugar mejor, el CMLL los escuchó”.

LOS TIEMPOS HAN CAMBIADO EN LA LUCHA LIBRE

A pesar de que por años se ha considerado al machismo como uno de los problemas de la Lucha Libre, las gladiadoras reconocen que los tiempos han cambiado. Ahora mismo se cuenta con amplias oportunidades para demostrar sus capacidades dentro del ring.

“Cuando yo empecé a entrenar Lucha Libre me dijeron cuidado con el machismo, te van a poner mucho el pie para que no llegues, precisamente fue el “Súper Muñeco” quien me dijo que no me importara lo que dijeran, que demostrara lo que sé arriba del ring, que tenía las mismas fuerzas y habilidades de los hombres”, dijo Amapola.

“Hace muchos años sí hubo, ahorita nosotras tenemos las puertas abiertas dentro de la Lucha Libre gracias a aquellas luchadoras de antaño que nos abrieron camino dentro de este deporte, ellas fueron las que sufrieron un poco más ese machismo. En ese entonces aún estaba el pensamiento de la mujer en casa, la mujer cuidando hijos, la mujer dedicada al esposo, ellas fueron las que alzaron la mano y demostraron que también podíamos en este deporte”, señaló La Jarochita.

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