Josué Padilla Márquez

FOTO: BEN STANSALL | AFP

El problema de Rusia y Ucrania sigue moviendo al mundo del deporte y ahora le tocó al dueño del Chelsea, el ruso Roman Abramovich, ceder el control de su equipo a una fundación benéfica.

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A través de un comunicado de prensa, el petrolero dio a conocer esta decisión, justificando que esto es en pro de los intereses del actual campeón de la Champions League.

“Durante mis casi 20 años de propiedad del Chelsea FC, siempre he visto mi papel como custodio del Club, cuyo trabajo es garantizar que tengamos el mayor éxito posible hoy, así como construir para el futuro, al tiempo que desempeñan un papel positivo en nuestras comunidades. Siempre he tomado decisiones con el mejor interés del Club en el corazón. Sigo comprometido con estos valores. Es por eso que hoy estoy dando a los fideicomisarios de la Fundación Benéfica del Chelsea la administración y el cuidado del Chelsea FC. Creo que actualmente están en la mejor posición para cuidar los intereses del Club, los jugadores, el personal y los fanáticos”, escribió el empresario.

Esta decisión tomada por Roman Abramovich fue a causa de no afectar al equipo inglés, ya que el empresario es una persona muy cercana al presiente de Rusia, Vladimir Putin.

El petrolero ha sido señalado por el Parlamento británico y la Cámara de los Comunes como una persona ligada a la corrupción, además de un supuesto pago de influencias políticas en su país natal.

Todo esto orilló al magnate a dejar el mando del Chelsea a alguien más para no afectar al club en un futuro cercano.

La dirección del club quedará a cargo de la fundación benéfica del propio Chelsea, así lo dio a conocer Roman Abramovich.

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