FOTO: LUIS GARDUÑO

La sonrisa de Donovan Carrillo mientras patina es capaz de romper con la frialdad de la pista. El mexicano cautivó al mundo con carisma y sus movimientos durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022.

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No solo los mexicanos buscaban con insistencia los videos de su participación, en esa rutina con cierto sabor latino, sino que el resto el mundo conoció que en el país lejano donde no existe el hielo un joven de 22 años es capaz de transmitir tanto.

El propio Donovan explicó en conferencia de prensa ese fenómeno. Apenas va llegando de China, pero el gesto de satisfacción no se lo quita nadie. El secreto está en patinar con el corazón, una acción que de alguna forma le permite involucrar al público con lo que él mismo siente al vértigo de la rutina.

“Solamente me entregué, traté de disfrutar cada parte del sueño de estar finamente en unos Juegos Olímpicos. Justo me pasó que después de estar en el programa corto, no quería que terminara, quería seguir viviendo el sueño, pero seguía alguien más y tenía que salirme. Me quedo con eso. Yo creo que esa misma autenticidad y ese mismo cariño sincero que muestro con una pequeña sonrisa, un pequeño gesto, es lo que involuntariamente hace que conecte con las personas y que de cierta forma puedan disfrutar de mis presentaciones tanto como yo, eso es algo que también busco en cada una de mis competencias. Es importante para mí patinar con el corazón. No solo lo hago para mí sino para todos los que me están viendo”, explicó el tapatío, tras haber vivido su primera experiencia olímpica.

La ola de mensajes no pararon para Donovan. El hecho de hacer historia al representar a México en la disciplina por primera vez en 30 años movió las aguas de la gente. Todos estaban pendientes de ese patinador que se preparó en las reducidas pistas de los centros comerciales. El apoyo de la gente proporcionó una adrenalina que lo hizo querer eternizar su momento. Ya vendrá Milán 2026 para hacerlo.

“Hasta me sorprendí con todo el apoyo, la verdad, no esperaba tener todo este impacto. Fue algo totalmente nuevo para mí, una experiencia sin duda inolvidable. Otra de las experiencias que disfruté fue esa unión. De repente grupos de amigos de whatsapp me decían que veían con toda su familia la competencia, los memes, todo fue muy especial para mí. Pusieron su granito de arena para mantenerme motivado y dar lo mejor de mí durante la competencia”, dijo el joven patinador, acompañado en el acto por Nancy García y Gregorio Núñez, quienes desde la figura de asesora técnica y entrenador funcionaron como fieles escuderos del tapatío durante la víspera y los Juegos.

Horas antes, a su llegada a México, en la madrugada, Carrillo abundó en las sensaciones que dejó su primera justa. La satisfacción del deber cumplido. “Es para mí un sueño hecho realidad. La prueba de que cuando uno se esfuerza, se empeña, se dedica de lleno a sus metas, las puede alcanzar. Se lograron cosas muy importantes en Beijing y estoy seguro que con toda esta preparación y los cuatro años que tenemos de cara a Milán se pueden lograr cosas aún más grandes”.

El futuro, para Donovan, es sorprendente. En lo inmediato deberá afrontar el Mundial de Patinaje Artístico sobre hielo, a realizarse en Montpellier, del 21 al 27 de marzo. Posteriormente encarará un nuevo ciclo olímpico, con la promesa del trabajo, por sobre todas las cosas.

“Me quiero sorprender. Siempre me ha gustado y es una parte que me identifico es el siempre buscar más. Esa es la mera. Se vienen cosas grandes, con la ayuda de mi entrenador seguiremos cosechando frutos que en algún momento harán sentirse orgulloso a mi país”.

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