16, enero 2022 - 15:35
Brady
Jorge Briones
Foto: Mike Ehrmann
El campeón reinante de la NFL comenzó la defensa de su título en los playoffs con una impresionante exhibición sobre los Eagles.
Tampa Bay ni siquiera tuvo que emplearse a fondo para superar 31-15 a Filadelfia en juego correspondiente a la ronda de comodines de la Conferencia Nacional.
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Tom Brady se volvió a lucir en su escenario favorito al completar 29 de sus 37 envíos para 271 yardas, dos touchdowns y ninguna intercepción, logrando su victoria número 35 en los playoffs. Un récord que sigue aumentando en su palmarés.
EL JUEGO
Tal como se preveía, en el emparrillado del Raymond James Stadium se disputó el partido menos igualado de la ronda de comodines.
De poco importaron la gran cantidad de bajas con las que llegaron los Buccaneers, al final dominaron a su rival con autoridad en ambos costados del emparrillado.
Si a la ofensiva Tom Brady y compañía se cansaron de mover las cadenas a placer, a la defensiva le plantaron una bienvenida desastrosa de Jalen Hurts en la postemporada.
Aunque apenas en la primera serie ofensiva, Tampa sufrió la dura lesión de su tacle ofensivo Tristan Wirfs, la cual no afectó los planes de Bruce Arians. Tanto por aire como por tierra encontraron la zona prometida en dos oportunidades, una de ellas en manos del histórico ala cerrada Rob Gronkowski, quien sigue aumentando su legado en los playoffs.
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Filadelfia tuvo una ligera oportunidad de meterse a la contienda sobre el final de la primera mitad, cuando perdían 17-0, pero Hurts fue interceptado cuando tenía al novato DeVonta Smith en la zona de anotación. Lo que pudo haber sido un aire de esperanza, terminó siendo en el principio del fin del equipo visitante.
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El parcial de 14-0 en el tercer cuarto liquidó cualquier esperanza de unos Eagles, que por más que reaccionaron en el cuarto episodio, solamente sirvió para decorar el marcador.
Los Buccaneers dieron un golpe de autoridad y ahora esperan por su rival en la ronda divisional, donde una vez más fungirán en condición de locales en el temible Raymond James Stadium.
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