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FOTO: MUSEO NACIONAL DE FUTBOL BRITÁNICO

Antes de que leyendas como Pelé o Maradona conquistaran el futbol mundial hubo una mujer inglesa tan letal que incluso supera el récord de goles de CR7, su nombre fue Lily Parr, la delantera más letal de la historia.

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En sus botines tenía tanta potencia como cualquier varón e incluso, como si se tratara de un episodio de los Supercampeones, se dice que le rompió el brazo a un portero de un disparo. También decían que ‘pateaba como una mula’ Nacida el 26 de enero de 1905, sobresalió en el balompié en medio de un país que tenía al rugby como deporte principal.

Durante su trayectoria que fue de 1919 a 1951 se estima que marcó 986 goles, aunque no hay un registro oficial. Su carrera comenzó a cobrar fama en el Dick, Kerr’s Ladies, un equipo formado por empleadas de una fábrica de municiones de Preston, Lancashire, durante la Primera Guerra Mundial.

El futbol femenino ganó interés incluso cuando terminó el conflicto bélico, con Parr como estandarte, el equipo obtuvo fama e incluso metió en 1920 a 53 mil personas al Goodison Park, casa del Everton. En ese entonces podían jugar mujeres con hombres.

En 1921, ya con los soldados de vuelta en casa, se prohibió el futbol femenil, una gran cantidad de clubes desapareció, pero eso no detuvo a Lily, el Dick, Kerr’s Ladies siguió en pie.

Parr deslumbró a los espectadores durante una gira en Estados Unidos hecha en 1922, continuó su carrera ya en campos con menor aforo. Cuatro años más tarde, la empresa a la que representaba el equipo fue comprada y desapareció el apoyo al futbol femenil.

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Renació como el Preston Club, y aunque ya era una historia nueva, el recuerdo del Dick, Kerr’s Ladies permaneció presente en la figura de la legendaria delantera inglesa, quien en un lapso de 32 años aprovechó cualquier oportunidad para saltar a la cancha.

Se le considera como una de las pioneras del balompié femenil, su aporte es tan destacado que incluso entró en 2002 al Museo Nacional de Futbol Inglés y en 2019 se convirtió en la primera futbolista con una estatua en su honor en el Museo Nacional del Fútbol de Manchester.

En 1971, la FA levantó la prohibición que impedía ver futbol femenil en los estadios de Inglaterra, una medida que dejó feliz a Parr antes de fallecer en 1973.

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