El patinador mexicano Donovan Carrillo, quien participará en los próximos Juegos Olímpicos de Invierno que se realizarán en febrero de 2022, llegó a esta disciplina de “casualidad” y gracias a que su hermana vio una película.

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Carrillo recordó que, antes de llegar a una pista de hielo, practicó la gimnasia y también los clavados, de hecho, era uno de los deportistas más destacados del estado de Jalisco.
“Mentiría si dijera que yo soñé desde que nací en ser patinador, la verdad fue simplemente algo que se presentó y se dio con las circunstancias externas que me rodeaban”.
“Mi hermana convenció a mis papás de que la llevaran a patinar gracias a que vio una película de patinaje y fue por ella que yo conocí el deporte porque tuve la oportunidad de recogerla, dejarla, y de ahí me llevaban a las actividades en clavados o gimnasia“.

“Esto hizo que de repente yo tuviera tiempo libre en la pista y conocí a una niña que me gustó y la traté de conquistar y me senté con mis papás para decirles ‘oye me voy a meter a clases de patinaje’ y justo el que era entrenador de mi hermana, Gregorio Núñez, ya se había acercado con anterioridad con mis papás para comentarles que me veía con ciertas actitudes para que yo pudiera desarrollarme en el patinaje porque siempre me la pasaba dando vueltas de carro, parándome de manos, parándome de cabeza en todos lados y llamó un poco la atención eso”.

Recordó que, en un inicio, solo iba los fines de semana, después fue más frecuente hasta que dejó las otras disciplinas para dedicarse únicamente al patinaje. “Al principio iba los sábados porque de lunes a viernes entrenaba parte de mi alto rendimiento en gimnasia y clavados porque ya iba a competencias nacionales y era a lo que me dedicaba y el patinaje era un distractor, como un hobby, un pasatiempo pero el patinaje me fue atrapando hasta que primero dejé la gimnasia, después los clavados y me enfoqué de lleno en el patinaje“.

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Gracias a que recibió becas desde un inicio, pudo seguir su carrera en el patinaje, aunque se le complicó cuando cerró la pista de Guadalajara y tuvo que irse a radicar a León.
“Justo cuando estaba en un proceso más en forma, donde yo podía patinar un ratito en clase y otro solo para practicar todo lo que había visto con mi entrenador, cierran la pista de hielo de Guadalajara y a mi entrenador le ofrecen trabajo en León, donde actualmente es el coordinador de la pista de hielo”.

“Él habla con los dueños de la pista y les dice que si me pudieran becar y ellos acceden, lo único es que tuve que emigrar a otra ciudad, dejar a mi familia para poderme superar en el patinaje pero me ayudó muchísimo el dar este paso porque tuve la oportunidad de tener hielo ilimitado para que pudiera crecer y seguir practicando un poco más el patinaje”.
Donovan agregó que el dedicarse únicamente a trabajar sobre la pista de hielo fue la mejor decisión que tomó.

“Cada uno de nosotros tenemos una misión de vida, y en lo personal siento que en el patinaje me he encontrado a mi mismo, y me he sentido como pez en el agua, en el lugar donde pertenezco, y el sentirte así aunque tengas historial en otros deportes te sientes pleno haciendo una actividad y qué mejor que lo hagas”, sentenció.

El sueño de Donovan Carrillo es hacer historia en los próximos Juegos Olímpicos de Invierno. De 22 años de edad, el patinador sabe de la responsabilidad que significa representar a México en la justa invernal, pero no es algo que le quite el sueño “siempre ha sido mi motor el tratar de dejar mi huella, haciendo lo que más me gusta, y por supuesto superándome día con día”.

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QUIERE DEJAR HUELLA

En entrevista para el Esto, Carrillo no ocultó su emoción de estar en la justa, en el que participarán los mejores del planeta, y en una disciplina donde solo un mexicano logró asistir: Ricardo Olavarrieta en 1988 y 1992.

Donovan romperá la sequía de 29 años sin que un patinador en una justa olímpica. El deseo, en sus primeros Juegos, es aprender, dar su mayor esfuerzo y demostrar que tiene la capacidad para pelear con la elite.

“El principal objetivo es dar lo mejor de mí, el resultado será una consecuencia de dar mi mayor esfuerzo, por supuesto que todos queremos cosas grandes y mucha gente espera cosas muy importantes de esta competencia, este proceso lo veo como parte del aprendizaje y de mi formación como deportista”.

“Me gustaría alargar mi carrera deportiva por lo menos un ciclo olímpico más, es bien importante esta primera participación en Juegos Olímpicos para aprender, para mejorar y, por supuesto, para retroalimentarme y dar lo mejor de mi para el siguiente ciclo olímpico”, apuntó.

Carrillo es de los pocos deportistas que se han atrevido a realizar el triple Axel, un salto con un pie acompañado de tres giros y medio para completar mil 260 grados para caer con el otro pie.

Reveló que fue un movimiento que lo hizo sufrir “fue un tema duro, tengo pocos recuerdos lindos de este salto porque me daba mucho miedo, la verdad, pensar que tienes que dar tres vueltas y media, despegando con un pie y cayendo con el otro, se puede escuchar fácil pero no lo es”.

“Dudaba muchísimo cada que lo intentaba, me caía mucho, muy en el fondo pensaba que por más que lo intentaba no me creía capaz de poder hacerlo, de nada me servía porque me golpeaba durísimo y no se lograba como algo en concreto porque no había esa confianza”.

“Afortunadamente obtuve esa seguridad para poder hacer las cosas porque muchas veces puedes tener el talento, la habilidad, el carisma, la fuerza, la disciplina para lograr algo pero si una parte de ti duda, difícilmente vas a lograr eso”.

“Fue algo clave para mí para poder lograr este salto en una competencia internacional y para no ponerme barreras porque estoy trabajando junto con mi entrenador en saltos aún más complicados, eso es algo muy padre para mí porque estoy superando las mismas barreras que en algún momento yo me puse, sé que tengo la capacidad de sortear cualquier situación difícil, no me pongo barreras y creceré mucho más”, sentenció.

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