José Ángel Rueda

Foto: Cortesía | @rosebowlgame

Con el amanecer del año, cada 1 de enero, las calles de Pasadena, California, se llenan de colores. El Desfile de las Rosas, que con carros alegóricos e impresionantes carrozas cubiertas de flores anuncia la prosperidad de la tierra, da lugar a un día festivo que desde 1890 se ha convertido en toda una tradición. La fiesta, sin embargo, no sólo se queda en las amplias avenidas, sino también en las gradas del Rose Bowl, ese estadio construido para las grandes ocasiones.

La historia de la tradicional Tazón de la Rosas se remonta a 1902, cuando, en el marco de las festividades, los organizadores del Torneo de las Rosas buscaron aumentar el espectáculo con un partido de futbol americano. El evento ya contaba con partidos de Polo y algunas carreras, pero la creciente popularidad del deporte de las tacleadas exigía un cambio en el programa.

La idea fue sencilla, enfrentar al mejor equipo del este contra el mejor del oeste. En aquella primera edición Michigan vapuleó 49-0 a Stanford ante casi 8,500 personas, según lo escrito por las crónicas de entonces. Fue tan grande la paliza que el partido tuvo que terminar antes. La desigualdad encumbrada en ese primer encuentro mermó las expectativas de los miembros del club Valley Hunt, pero de alguna forma dejó establecidas las bases de lo que con el tiempo se convertiría en el primer tazón colegial de la historia y el que le daría la esencia a todos los demás.

NACIÓ EL ROSE BOWL

Con el recuerdo de aquel primer encuentro, los organizadores retomaron sus intenciones y a partir de 1916 el “Torneo Este-Oeste”, como se le llamaba, se estableció por completo. Fue tanta la popularidad que adquirió, que en 1923 se mudó del pequeño campo del Instituto de Tecnología de California al majestuoso Rose Bowl, un inmueble con un aforo superior a los 90,000 espectadores.

El estadio no sólo albergó el encuentro, sino que también le dio nombre, Rose Bowl, Tazón de las Rosas, y ese partido que se libraría de año con año ante la amplitud de un graderío sencillo, pero imponente.

TODA UNA TRADICIÓN

El Rose Bowl suele enfrentar a los campeones de las conferencias Big Ten y Pac 12. Desde 2014, sin embargo, forma parte de la rotación de seis tazones que acogen las semifinales de los playoffs de la NCAA.

EQUIPOS MÁS GANADORES

La Universidad del Sur de California ostenta el mejor récord en el Rose Bowl. Con un total de 34 apariciones, USC ha ganado 25 y ha perdido nueve. Le siguen Míchigan, con 20 duelos y una marca de 8-12. Ohio State tiene el mismo número de victorias en 16 participaciones.

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EDICIÓN 2022

Esta temporada, la edición del Rose Bowl se disputará entre Ohio State, universidad colocada en el sexto lugar del ranking, y Utah, quien ocupa el puesto número 11. El encuentro se llevará a cabo a las 16:00 horas y promete ser espectacular, al entrar en escena la ofensiva de Ohio State, la número uno de la nación en cuanto a yardas generadas con un promedio de 562.2 por partido.

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