ESTO EN LÍNEA

FOTO: STEPHANE MAHE | REUTERS

A principio de temporada parecía que no habría aficionado más feliz en el mundo que llevaba con orgullo el escudo del PSG. Messi cumplía su sueño y llegaba al equipo, Pochettino pintaba como el entrenador indicado y la meta de conquistar la Champions League de  una vez por todas lucía cerca. Pero las cosas tomaron un rumbo diferente.

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El trío de Messi, Neymar y Mbappé que aparentaba para ser el ‘terror’ de Europa, no ha terminado por encajar ni en la Ligue 1, ni en el máximo torneo del continente.

Lionel ha conseguido solamente seis goles y cinco asistencias en 16 partidos y Neymar contabiliza tres tantos y la misma cantidad de asistencias en 13 apariciones.

Por otro lado, Mbappé es el único que ha respondido y se confirmado como la máxima figura del PSG con 15 goles y asistencias en 24 encuentros.

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Desde el banquillo las cosas tampoco han funcionado. El entrenador Mauricio Pochettino no ha sabido tomar las riendas de la plantilla valuada en 927 millones de euros.

Su relación con los jugadores no es la mejor; Messi ha mostrado descontento con los minutos otorgados y estrategias durante algunos partidos. Mientras que la química interna no termina por cuajar, pues desde hace un par de meses se han filtrado reportes de choques entre los grupos de jugadores latinos y los foráneos.

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PARA GASTAR HAY QUE VENDER

Los problemas del París Saint-Germain no terminarán en el 2021. Buscarán continuar con su ideología de gastar y convertir la plantilla en una más poderosa, pero hay una situación: el fair play financiero.

La UEFA se toma en serio la salud económica de sus competiciones y afiliados. Y el principal pilar que sostiene ésta estructura es el fair play financiero. Una regla que indica que un club no puede invertir o gastar en una cantidad mayor a la que ingresa. Por lo que el único dinero que puede utilizar para fichar es el que el equipo obtiene por mérito propio (premios deportivos y comerciales), y no procedente del exterior como lo son los ‘petrodólares’ de su dueño, el jeque Nasser Al-Khelaifi.

Por lo tanto, si el PSG quiere reforzarse con más estrellas, tendrá que deshacerse de algunas otras para tener el capital y evitar hacer enojar a la UEFA.

Entre los que se pueden ir en el próximo mercado invernal y en el de verano se encuentran los nombres de Marco Icardi que tiene de pretendiente a la Juventus y Rafinha que ya tiene un pié en la Real Sociedad. Además del portero Sergio Rico, Layvin Kurzawa, Julian Draxler, Thilo Kherer y Abdoy Diallo. Con su salida los parisinos podrían alcanzar al rededor de 100 millones de euros para refuerzos.

El objetivo a corto plazo del PSG no será conquistar la liga o las copas locales una vez más, es librar al Real Madrid en los Octavos de Final de la Champions League y librarse de un fracaso más.

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