Marco Montoya

FOTO: Stacy Revere | AFP

Entre Milwaukee y Atlanta las carreras han escaseado, los Bravos combinaron la destacada labor de Max Fried junto con un par de destellos ofensivos para conseguir la blanqueada 3-0. La serie se empató a un juego por bando.

El abridor local neutralizó a los Cerveceros durante seis innings en los que colgó el cero y eliminó por la vía de los strikes a nueve bateadores. Al madero, un par de rayitas en el tercer inning y un cuadrangular solitario de Austin Riley bastaron.

Milwaukee tuvo sus oportunidades de venir de atrás en la recta final, sin embargo, fallaron. El mexicano Luis Urías cumplió con dos imparables en sus cuatro turnos.

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Por segundo día consecutivo, los serpentineros se adueñaron del protagonismo. Brandon Woodruff y Max Fried cumplieron con salidas de calidad, la diferencia radicó en que el zurdo de Atlanta permaneció intransitable.

Once de los primeros doce bateadores de los Cerveceros desfilaron en orden. Hasta el sexto capítulo pudieron colocar los de casa a un hombre en posición de anotar. Únicamente tres imparables lograron conectarle al abridor visitante.

Del otro lado, Woodruff pasó dificultades desde el comienzo, logró salir ileso en los dos tramos iniciales, pero en el tercero finalmente aprovecharon los Bravos.

Freddie Freeman pegó un batazo por los rumbos del jardín central que mandó al plato al cubano Jorge Soler. Instantes después, Ozzie Albies disparó una pelota que pegó en el filo de la barda, unos centímetros más y hubiera sido cuadrangular, la acción quedó en un doblete productor.

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Desde la caseta salieron a calmar al as de Milwaukee, la plática funcionó, retiró en fila a sus siguientes nueve rivales. En su mejor momento, Austin Riley le descifró un lanzamiento que cayó en la tribuna del jardín central.

La alineación del mánager Craig Counsell no pudo descifrar a Fried. El sonorense Luis Urías logró darle un par de sólidos contactos, sin embargo, uno fue directo a la posición del campocorto y el otro lo capturó Jorge Soler en lo profundo del campo.

A pesar de que después de seis capítulos tenía apenas 81 pitcheos, el capataz Brian Snitker determinó finalizar su actuación tras mandar a un bateador emergente en su turno. Los campeones de la División Central agradecieron el movimiento.

El bullpen de Atlanta se metió de inmediato en problemas. Durante la séptima entrada, Urías finalmente logró embasarse y Lorenzo Cain negoció un pasaporte, Tyrone Taylor falló, se quedaron en blanco. En su siguiente oportunidad, se repitió la historia.

A la hora de la verdad, nuevamente los locales colocaron a dos corredores en las almohadillas, el batazo oportuno nunca llegó, dejaron a ocho elementos olvidados durante el juego.

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