19, septiembre 2021 - 8:00
Luis Álvarez
Abril Villegas
Foto: Cortesía
Hablar de Luis Álvarez, es hablar de un triatleta que ha hecho historia por su paso en el Ironman. Puede presumir ser el primer mexicano en tener el récord mundial en esta disciplina, la cual es una de las más extenuantes en el planeta.
Memo Rojas Jr. consiguió su mejor clasificación de la temporada
Pero la constancia, la disciplina y la perseverancia lo han llevado a ser un triatleta que ha puesto en alto el nombre de México. El pasado fin de semana logró una de sus metas al culminar su Ironman 180 en Thun, Suiza.
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“A pesar de esta marca, todavía hay algunas personas que no saben lo qué es el Ironman y cuáles son las distancias. Es una disciplina que se inventó en 1978 y que consiste en tres deportes: natación, ciclismo y carrera. Son 3 mil 800 metros de natación, 180 kilómetros de bicicleta y 42.192 kilómetros corriendo seguidos”, describe.
“Se inventó en Kona, Hawai y después se expandió a varios países y ahorita ha tenido un crecimiento muy importante a nivel mundial. Fue en 1991 cuando me inicié en este deporte y estoy cumpliendo 30 años practicándolo. En 1986 comencé con los triatlones y ahora tengo un objetivo que es lograr 200 Ironman. Cuando cumpla 60 años, que es cuando en México somos oficialmente viejitos”, asegura entre risas, mientras bromea sobre obtener su credencial del Inapam.
A sus 58 años, Luis cuenta con la marca mundial de ser la única persona que ha realizado todos los Ironman en los cinco continentes, por lo menos una vez, algo que disfruta, pero ahora tiene un nuevo objetivo y ya considera sus siguientes compromisos.
“Me falta Indiana. En dos semanas estoy para continuar con el proyecto de llegar a todos los Ironman del mundo y en este mes me la van a complicar, porque habrá uno el sábado en Waco y otro el domingo en Sacramento, California. La intención es hacerlo el sábado, arrancar a las seis de la mañana, terminar a las 12 de la noche, buscar cómo volar de Waco a Sacramento y en la madrugada iniciar otra vez a las seis de la mañana para terminar a las 12 de la noche. Al siguiente fin de semana en Florida, juntaré los números para tratar de llegar a los 200, cuando cumpla los 60 años”, manifestó para ESTO.
ASÍ INICIÓ
El acercamiento al deporte fue a los 24 años de edad. Luis fue un joven con sobrepeso y llegó a pesar 95 kilos, fue fumador desde los 12 años, situación que le estaba mermando su salud. En una ocasión, al triatleta le hicieron una prueba en la que tenía que caminar 2.5 kilómetros y no le fue posible terminarla.
“Esto no puede ser; que a los 24 años no podía caminar ni siquiera 5 kilómetros. Me puse el reto de acabar esa caminata. Después fueron 5, 10 kilómetros y veía que conforme le iba pidiendo al cuerpo, el cuerpo daba más y de los 10, me fui a los 21K, hasta que realicé mi primer maratón”, manifestó.
Pero fue hasta que en 1986 conoció el triatlón, una ‘locura’ como lo llama Luis y en McAllen, Texas, fue su primera competencia para posteriormente incursionar en el Ironman, deporte que le ha dado muchas satisfacciones.
“Después de 35 años de hacer triatlón, este 2021, hice un ultraman aparte como guía con un amigo invidente: Rafa Jaime. Me encanta y ahorita ya es natural para mí. Tengo un récord mundial. Soy la persona que ha hecho todos los Ironman del mundo; ya es un estilo de vida y difícilmente me van a sacar de aquí”.
EL ALPINISMO LLEGA A SU VIDA
Es orgullosamente mexicano y no sólo tiene el récord mundial que presume, sino también ha logrado subir las siete montañas más altas de los continentes, incluyendo el Everest, donde perdió la vista por unos instantes durante el descenso.
“Práctico varios deportes, uno es el alpinismo. Es una de las cosas que más me satisface y lo relaciono con el Ironman. Esta vez me designaron como el atleta del mes y eso me da mucho orgullo, ser un embajador de México alrededor del mundo. En el Everest, en 2016, bajando la montaña en la zona de la muerte, me quedé ciego y por poco pierdo la vida, fue un momento muy difícil. Vi lo duro que es cuando no tienes ese sentido de la vista y regresando hablé con un amigo, Marcos Velázquez, amigo invidente de playa del Carmen y me dijo: ‘Vamos hacer una competencia de montaña en una bicicleta, y de ahí me pidió que hiciéramos un Ironman y puedo decir de las satisfacciones más grandes de estas competencias por ser guía de invidentes. Reflejo el ‘sí se puede’ de mi parte, porque era un gordo”, asegura.
EVENTOS CON CAUSA
Con 30 años dentro del deporte, Luis Álvarez no sólo busca marcas personales, sino también las hace con causa, como sucedió en 2020, que pese a la pandemia, logró realizar uno en una habitación de dos metros por siete para ayudar con despensas a personas que se quedaron sin empleo.
“Tuvimos la oportunidad de hacer un ironman en este cuarto que estoy (casa) y si ves, tengo mis números. Tengo una corredora (caminadora) , hay una bicicleta estacionaria y aquí lo hicimos, con esto recaudamos más de un millón de pesos, que fueron repartidos en cientos de despensas para personas que fueron despedidas de su trabajo. Ayudamos a más de 100 hospitales, con héroes de la salud, fueron casi 16 horas, encerrado, transmitiendo para juntar dinero para este tipo de cosas, casa de la amistad, niños con cáncer, pero ese tipo de situaciones me llevó a hacer cuatro Ironman en cuatro semanas seguidas y todavía me faltan como siete de aquí en lo que acaba el año, vamos viento en popa, pero ya cansados, porque a los 50 años, ya no es lo mismo”, concluye.
180 Ironman lleva dentro de su carrera deportiva
EL IRONMAN
Es un triatlón de un día que combina natación, ciclismo y carrera a pie, está compuesto por 3.8 kilómetros a nado, 180 kilómetros de bicicleta y 42.2 kilómetros corriendo y debe completarse en un máximo de 17 horas
El camino de los 180 no ha sido fácil
Realizar 180 Ironman no ha sido fácil para el triatleta Luis Álvarez, ya que a pesar de que se prepara para enfrentar estos grandes retos, platicó cuáles han sido los que más ha disfrutado y cuáles tuvo que abandonar por las inclemencias del tiempo o por alguna falla mecánica.
“En uno tuve hipotermia, en otro tuve una lesión de rodilla y fui directo al hospital, claro que ha habido algunos que no he acabado, de los que más me han dejado, tengo uno, el preferido que fue en 2016, con mi hijo José Manuel, que fue su primer Ironman y fue el 100 mío. Ese lo tengo guardado en el corazón, porque hacer un evento de ese tipo con tu hijo es algo espectacular, la natación, ciclismo, carrera, dejar un legado, ver como él te acompaña o tú lo acompañas, y es el que más tengo en el corazón”, señala Álvarez.
Sin embargo, el triatleta mexicano tiene una larga lista que son importantes para él, “por ejemplo, el de Lake Tahoe, empezamos la competencia cinco grados bajo cero. Simplemente el agua no sólo estaba helada, sino que había una capa de niebla que brincabas para ver a dónde ibas. La bicicleta fue sumamente tortuosa, me puse equipo de alpinismo”, narra.
Pero no sólo el clima ha sido un factor importante, ya que las fallas mecánicas también han estado presentes y han afectado su desempeño. “Hacia la parte de calor en Malasia estábamos en 47 grados de temperatura, deshidratándome, si nos vamos a la parte de montaña, hay un ascenso acumulado de cerca de 13 mil pies en bicicleta, me aviento de paracaídas de 3 mil pies, imagínense lo que subimos en la bicicleta, tengo muchas historias”, finaliza.
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