Con la tecnología de Google Traductor

Mira

16, septiembre 2021 - 23:37

┃ Rubén Beristáin

Monterrey goleó a Cruz Azul

RUBÉN BERISTÁIN

FOTO:CARLOS RAMÍREZ  | MEXSPORT

Cruz Azul vivió anoche un completo caos y marcó época con un papelón internacional. En el campo sufrió una auténtica pesadilla y fue exhibido por el poderío de Rayados. En la tribuna sus aficionados desesperados por el humillante resultado le jugaron en su contra con el grito homofóbico. El VAR y el arbitraje tampoco ayudaron y hasta Rogelio Funes Mori se acordó de hacer goles. Todo se juntó en su contra, en el Coloso de Santa Úrsula.

TE RECOMENDAMOS: Benedetti y Henry ponen al América en la final de la Concachampions

La Máquina descarriló de la peor forma posible y se quedó con las ganas de su novena final de Concachampions. El Clásico Joven en la lucha por el título parecía posible, pero todo quedó en un sueño. 1-4 final, 1-5 en el global.
¿Quién sería el rival de las Águilas en el partido más importante del torneo? Esa fue la interrogante en la grama del Azteca, con dos de los cuadros más poderosos de la Liga MX. La quinta final de Rayados o la novena de La Máquina. Eso se puso en juego, en algo que parecía espectacular y polémico… Así fue.

Los cementeros presentaron el mejor de sus cuadros, con todo y las cuatro ausencias. Jonathan Rodríguez no pudo estar, tampoco Alexis Peña. Adrián Aldrete volvió e Ignacio Rivero fue improvisado por la banda derecha.
Monterrey tampoco especuló. El Vasco Aguirre presentó alineación estelar y demostró que no quería ninguna sorpresa de su rival, a pesar de llegar con una ligera ventaja. Era el todo por el todo. Conseguir el triunfo o morir en el intento.

Un local casi invencible, campeón y favorito. Esas fueron las flamantes características de Cruz Azul. El sistema con sólo un delantero centro no parecía tan agresivo, pero el objetivo era marcar lo más rápido posible, por eso los celestes tomaron la iniciativa. El inmueble hizo lo suyo. Los aficionados celestes hicieron una buena entrada y metieron presión con el famoso “azul, azul”, pero dicho grito fue apagado casi de inmediato.

Fue un inicio impactante, aunque nada como el guión que estaba planeado por Juan Reynoso. En apenas seis minutos todo cambió. Maximiliano tuvo uno de los remates más fáciles de su carrera y la puso en la red con gran facilidad, ante la complicidad de la zaga azul. De ir por un solo gol, en ese momento ya eran necesarios tres festejos ininterrumpidos.

La respuesta fue rápida. Orbelín Pineda demostró que se podía y con un derechazo venció al portero Esteban Andrada. El Maguito metió a su equipo al partido e hizo soñar a los suyos, sin embargo, un colombiano hizo añicos cualquier esperanza cementera.

Recibe vía WhatsApp todas nuestras noticias, manda la palabra ALTA en este enlace

Duvan Vergara silenció el Coloso. El atacante colombiano marcó con su peculiar estilo, con esa forma que ha acostumbrado desde su llegada a México. Su derechazo quedó incrustado en la meta de Jurado. El joven portero nada pudo hacer, fue imposible.

El juego siguió en gran nivel. Cruz Azul luchó, quiso acortar distancia, pero el arbitraje detuvo a toda la maquinaria celeste. El escándalo del VAR no podía faltar. El gol que marcó Rogelio Funes Mori fue invalidado por fuera de lugar. Vergara, en clara posición adelantada, había hecho por el esférico y participó en la jugada.

El video arbitraje llamó a César Ramos Palazuelos y tras tres largos minutos de revisión dio por bueno el tanto. El Mellizo corrió como pocas veces y festejó. Dio su propio grito como mexicano.

El equipo de casa se desmoronó en ese instante. Rayados se paseó en la capital, fue ampliamente superior.
En el complemento, La Máquina intentó carburar. Bryan Angulo y Yoshimar Yotún ingresaron, pero no pudieron darle una mejor cara a su equipo. Los celestes no respondieron, fueron desordenados y el cuarto tanto de la visita arruinó cualquier intención de hazaña. Funes Mori nuevamente la guardó en el fondo.

Después llegó el acabose. El grito homofóbico apareció cuatro veces y el árbitro tuvo que suspender el duelo por más de diez minutos. El público le puso pausa, aumentó la vergüenza en el Coloso y dejó un estadio semivacio.
El juego se reanudó porque era lo reglamentario, pero no ofreció más. Cruz Azul no pudo y salió humillado por partida doble.

?Escucha nuestro podcast?