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4, septiembre 2021 - 8:00

┃ José Ángel Rueda

Dallas-Cowboys

José Ángel Rueda

FOTO: TOM PENNINGTON | AFP

No es un secreto que ahora mismo la división Este de la Conferencia Nacional es la más débil de todas.

Durante los últimos años, ninguno de los cuatro equipos ha logrado imponer un verdadero dominio sobre sus rivales.

La campaña pasada, contra todo pronóstico, el Washington Football Team logró el campeonato de división con marca perdedora, el récord de 7-9 refleja a la perfección la triste actualidad de un sector acostumbrado a ofrecer espectáculo.

En la carrera por recuperar el trono hay dos equipos históricos. Los Vaqueros de Dallas y los Gigantes de Nueva York, con su ostentoso pasado, están obligados a volver a los primeros planos.

En el caso de los Cowboys, el talento que tienen en su plantilla debería ser suficiente para dominar el Este y arrebatarle la corona a los capitalinos y su temible defensa.

Los de Nueva York lo tienen un poco más complicado, al encarar el segundo año de la reconstrucción de la mano de Joe Judge. Un caso parecido al de las Águilas, que, con Nick Sirianni estrenándose como entrenador en jefe, deberán trabajar mucho si quieren meterse a la postemporada.

DALLAS COWBOYS

A pesar del doloroso descalabro en el 2020, los Vaqueros de Dallas afrontan una nueva temporada con ilusión, el motivo de las sonrisas no es otro más que Dak Prescott, quien regresa después de superar una dura lesión.

El mariscal de campo estrena su millonario contrato con la obligación de recuperar el reinado de la división, la cual no ganan desde el 2018.

Otro que estará bajo escrutinio será Mike McCarthy, quien decepcionó en su primera temporada al frente de los Vaqueros.

El coach sabe que no se puede dar el lujo de firmar otra temporada perdedora, por lo que apuntaló la coordinación defensiva con la llegada del ex entrenador de los Halcones, el experimentado Dan Quinn.

Su labor no será sencilla, los Vaqueros fueron una de las peores defensivas de la temporada pasada, situación que fue determinante al momento de firmar el registro de seis victorias por 10 derrotas.

En materia ofensiva, los Vaqueros cuentan con uno de los roasters más talentosos de la liga, con receptores como Amari Cooper, Cee De Lamb y Michael Gallup, además de corredores como Ezekiel Elliot y y Tony Pollard.

WASHINGTON FOOTBALL TEAM

No será el equipo con más talento de la división, pero el Washington Football Team tiene lo suyo. Ron Rivera demostró su liderazgo al meter al equipo a los playoffs en su primera temporada, por lo que encara este nuevo año con la ilusión de la consolidación.

Las armas que el experimentado entrenador en jefe tiene a su disposición son diversas, en especial en la ofensiva, donde podrá contar con el siempre impredecible Ryan Fitzpatrick para mover la ofensiva.

El mariscal de campo llega después de tener buenos años con Miami, por lo que la ilusión de firmar una temporada ganadora está a tope.

Más allá de que la fortaleza del cuadro capitalino está en su defensiva, liderada por el caza mariscales de campo Chase Young, la incorporación de Curtis Samuel a un cuerpo de receptores que ya contaba con hombres importantes como Terry McLaurin, puede potenciar aún más las posibilidades de ganar por segunda temporada consecutiva el campeonato divisional.

Los reflectores también estarán en el corredor de segundo año Antonio Gibson, quien ya dejó buenas sensaciones en su campaña de debut.

NEW YORK GIANTS

Así como en los Vaqueros de Dallas están emocionados por el regreso de Dak Prescott, en los Gigantes de Nueva York no hay una mejor noticia que la vuelta del corredor estrella Saquon Barkley, quien se perdió prácticamente toda la campaña pasada debido a una dura lesión de rodilla.

La vuelta del corredor alimenta las ilusiones en un equipo que no gana su división desde el 2011.

En Nueva York continúan a la espera de que el mariscal de campo Daniel Jones se convierta en ese jugador franquicia que tanto desean, aunque lo cierto es que hasta el momento, en sus dos temporadas que lleva en la liga, no ha mostrado demasiadas cualidades.

Para esta campaña los Gigantes apostaron fuerte en reforzar su cuerpo de recpetores, sobre todo con la llegada de Kenny Golladay, quien ya demostró su calidad cuando estaba en Detroit, y si las lesiones lo respetan, podría darle un salto de calidad a la ofensiva.

En la ecuación también aparece el entrenador en jefe Joe Judge, el cual llegó sin muchos reflectores y, después de un año al frente del equipo, aún hay incógnitas sobre su potencial y el camino que pueden tomar sus Gigantes.

PHILADELPHIA EAGLES

El traspaso de Carson Wentz a los Potros de Indianápolis y la llegada de Nick Sirianni como entrenador en jefe de las Águilas agitó los vientos que indican que el tiempo de reestructura ha llegado a Filadelfia.

Después de ganar su primer Super Bowl en el 2017, los Eagles comenzaron con su caída libre y no parece cercano el momento de retomar el vuelo.

Más allá de la incertidumbre propia de un cambio de head coach, en las Águilas tienen una certeza, Jalen Hurts, quien ya desde el año pasado se había apoderado de la titularidad, representa el futuro de la franquicia.

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El mariscal de campo ya mostró sus habilidades para moverse en la bolsa de protección, sin embargo, para esta nueva temporada buscará elevar su efectividad en los pases, una tarea para la cual le llevaron al receptor Devonta Smith, con quien ya triunfó en Alabama.

En el ataque terrestre, el corredor Miles Sanders se enfrenta ante el reto de mantenerse sano.

Es un hecho que cuando está bien físicamente es capaz de marcar diferencias, sin embargo, la última temporada se perdió cuatro partidos. En ese rubro, las Águilas deberán esperar que las lesiones las respeten, sobre todo a veteranos como Fletcher Cox.

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