Miguel Enríquez

FOTO: Especial | Reuters

Este viernes se anunció que Cristiano Ronaldo volverá a vestir la camiseta del Manchester United, la tierra prometida que lo lanzó como figura mundial a inicios de su carrera.

El astro portugués regresa, ahora con 36 años, para lo que parece el ocaso de su carrera tras 11 años fuera del ‘Teatro de los sueños’. Pero no es la primera figura del deporte que encuentra refugio en la que alguna vez fue su casa, sino una película que los aficionados han vivido con mucha alegría en el pasado.

Quizá una de las vueltas más recordadas fue la que tuvo sitio en la NBA, cuando en 1995 Michael Jordan decidió salir del retiro para volver a jugar con los Chicago Bulls, luego de que en octubre de 1993 decidiera que era momento de dejar el baloncesto de lado y se enfilara a practicar beisbol.

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Jordan sorprendió a todos con su partida, pues era el líder de uno de los mejores equipos de la historia, pero el asesinato de su padre semanas antes aceleró lo que el ‘23’ llamó un “hartazgo del deporte”.

Dos años después, con el regreso a las duelas, los Bulls recuperaron la forma y cerraron dicha temporada con un 13-5, clasificándose a los playoffs, en donde los eliminó el Orlando Magic en la primera ronda.

En las mismas canchas de la NBA, LeBron James disputó sus primeras siete temporadas con la camiseta de los Cavaliers de Cleveland, pero en el verano de 2010 se sumó al super equipo que formó el Miami Heat, con Dwayne Wade y Chris Bosh. El motivo de su partida radicó en el mal momento que vivía la ciudad de ‘los caballeros’, además de la importancia de no poder levantarlo.

Una vez siendo campeón, el ‘Rey’ regresó a casa para la temporada 2014, desarrollando un basquetbol de liderazgo y privilegiando la estabilidad de la ciudad para la familia. El astro y campeón olímpico, lideró el campeonato obtenido en 2016 ante una dinastía imparable de los Golden State Warriors y entregó a Cleveland el anillo que prometió.

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Luego de una espectacular carrera en la Premier League, Thierry Henry se marchó del Arsenal para destacar con el Barcelona, donde por conflictos con Josep Guardiola se vio forzado a salir del equipo.

El francés pasó a la liga estadounidense para jugar con el New York Red Bull, donde, por la pausa del desfase de calendario, en 2012 se fue cedido con los ‘Gunners’ a sus 34 años y para brillar por última ocasión dos meses de esa temporada.

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