Javier Juárez

FOTO: Edgar Quintana | Mexsport

México está en el último juego de la Copa Oro, pero lejos de valer 14 quilates. El Tricolor ofreció un juego cuestionable, sobre todo Carlos Salcedo. El Titán erró un penalti y originó el empate parcial canadiense. Para fortuna de todos, Héctor Herrera, como el héroe creado por Johnston McCulley en 1919, apareció en el minuto 99 y rescató la final.

México ganó con apuros, evitó los tiempos extra y se citó con Estados Unidos. Los organizadores tienen su final soñada. El domingo en Las Vegas se conoce al campeón.

Canadá estuvo mermada, John Lerdman se quedó sin hombres en el ataque y tuvo que cambiar su forma de jugar, pero no se sintieron derrotados. Los canadienses jugaron a desesperar a México con roces y una presión intensa en todas las partes del campo.

La estrategia le resultó a Canadá en casi todo el primer tiempo. El Tricolor estuvo tenso, exasperado y entró en el juego físico que le propusieron.
Los errores en la defensa fueron muchos, para fortuna de los mexicanos los del país de la hoja de maple no le supieron sacar jugo. Carlos Salcedo dejó botar un balón, Tesho Akindele se lo dio a Stephen Eustaquio, estuvo solo frente a Talavera, pero le pegó abajó al balón y terminó volándolo.

México cayó en la trampa del adversario. Lo rescatable fue la participación de Jonathan Dos Santos tras enterarse del fallecimiento de su papá Zizinho. El jugador del LA Galaxy quiso jugar y dedicarle el partido a su ídolo. Lo que pasó por su cabeza sólo él lo supo.

Rogelio Funes Mori como es costumbre destacó, el Mellizo es un experto en jugar el área, remate o le sirve de poste a sus compañeros. Funes Mori realizó un tiro que iba a la portería, pero la zaga se interpuso.

México se observó incómodo. Orbelín Pineda y Tecatito Corona sufrieron para fabricar jugadas, los dos atacantes mexicanos recibieron muchas patadas. Esa fue parte de la estrategia canadiense.

Héctor Moreno se distrajo un momento, Jonathan Osorio le robó un balón en la línea de meta y casi termina en la red. Talavera sacó el remate.

El juego se enlodó y nadie pudo escaparse. Los golpes se multiplicaron en la cancha. Era cuestión de tiempo para que salieran las primeras tarjetas amarillas.

En el momento más fangoso del juego Doneil Henry tumbó al Tecatito en el área. El árbitro jamaiquino recurrió al VAR y señaló el penalti. Orbelín Pineda pidió el balón y con un toque suave a la izquierda de Crepeau abrió la cuenta.

Todo el plantel se acercó a Jonathan y juntos celebraron con las manos hacia el cielo. Esa imagen mandó a todos a descansar.

Lo mejor del juego llegó después. Canadá regresó intenso. Atacó cómo pudo, pero constante.

Carlos Salcedo tuvo su segundo error evidente en el juego, el Titán salió mal, dejó solo a Tajon Buchanan, regresó tarde, lo fintaron y la jugada terminó en el tanto canadiense.

México se enfrío, pero el árbitro Pergamino Daneon le echó una mano para que el Tricolor recuperara la ventaja. Mark-Anthony Kaye cometió una falta y por segunda ocasión con ayuda del VAR el silbante marcó el penalti.

Salcedo quiso limpiar su mancha, pero resultó peor. Carlos le quitó el balón a Funes Mori, tiró a media altura y Maxime Crepeau le detuvo el balón.

El error del Titán le pegó en el ánimo al Tricolor. El país de la hoja de maple tuvo minutos en los que fue superior a los aztecas.

Gerardo Martino metió a Erick Gutiérrez y luego a Rodolfo Pizarro con la intención de recuperar el balón, pero fue rudo.

Theodor Corbeanu entró de cambio y con un tiro colocado le puso los pelos de punta a los asistentes, el jugador del Wolverhampton provocó que Talavera volara y a mano cambiada sacara el balón.

La tensión creció. El juego se abrió y estuvo para cualquiera. Rogelio Funes Mori con la cabeza en los instantes finales del partido se quedó a centímetros de darle el pase a la final a México.

El enojo de la gente se transformó en el grito discriminatorio. El árbitro jamaiquino detuvo el partido varios minutos. La pausa les sirvió a todos para tomar un respiro.

La batalla se alargó hasta el minuto 100, en ese instante, a escasos segundos de irse a tiempos extra, Héctor Herrera apareció y marcó el tanto agónico. Qué sufrimiento, pero se llegó a la final.

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