11, junio 2021 - 8:00
Aficionados-mexicanos
Javier Juárez
Foto: Adrián Macías | Mexsport
Lo que inició como una broma en 2004 dejó de serlo. México trató de convencer a la FIFA de que el grito que emiten los aficionados en cada despeje del portero no tiene un fin discriminatorio, sin embargo, no surtió efecto.
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El problema se pausó un tiempo, pero con el regreso de la gente a los estadios tras un año de pandemia la palabra reapareció. El grito se ha escuchado tres ocasiones seguidas, en el partido amistoso frente a Islandia y los de Nations League contra Costa Rica y Estados Unidos. Los tres juegos se tuvieron que detener.
El reto del sábado, ajeno a un triunfo frente a Honduras es evitar la palabra en la tribuna. La FIFA está detrás de México y las multas o castigos más severos pueden aparecer. La Federación Mexicana de Futbol ha pagado más de 7 millones de pesos en castigos desde 2016. Quedar fuera del Mundial es posible.
EL ORIGEN
Hace diecisiete años surgió todo. Fue en 2004 en el estadio Jalisco. México y Estados Unidos se enfrentaron en las semifinales del Preolímpico de Concacaf, en juego estaba el pase a los Juegos Olímpicos de Atenas.
La presencia de Landon Donovan en el estadio propició más el pique, un día antes el Capitán América orinó en uno de los arbustos del inmueble y dos años atrás fue partícipe en la eliminación del Tricolor en el Mundial Corea-Japón 2002.
Seguidores del Atlas quisieron trasladar a México el “uhh” que se escuchaba en Sudamérica en los despejes del portero, sin embargo, se le añadió la palabra que la FIFA considera homofóbica.
México ganó 4-0, obtuvo su boleto a Atenas y el grito quedó como diversión. Nadie se esperó los alcances que iba a tener.
SE EXPANDIÓ
La palabra la adoptaron las porras de los Zorros y enseguida se propagó en todo el futbol mexicano.
En el Mundial de Alemania 2006 el grito traspasó las fronteras, los miles de mexicanos que estuvieron en los estadios con el Tricolor emitieron el grito. En ese entonces la FIFA y el mundo entero no tuvieron problema en aceptarlo, por desconocimiento o simplemente lo tomaron como parte del color en un partido de futbol.
Los años pasaron y la palabra era cotidiana en todas las tribunas de los estadios mexicanos. Llegó otro Mundial, Sudáfrica 2010 y todo siguió igual. Mexicanos gritándole al portero para distraerlo o solo diversión. Nunca con un afán despectivo.
México organizó el Mundial Sub-17 en 2011 y el grito se fortaleció en los juegos del Tricolor en cada sede.
La palabra se volvió en una tradición para los seguidores mexicanos.
PRIMER AVISO
Luego de una década de gritar en cada estadio la FIFA intervino. El grito llegó al Mundial de Brasil 2014. México y la Verdeamarela se enfrentaron en el segundo juego de la fase de grupos, la palabra como era de esperarse apareció en cada despeje del portero Julio Cesar. Lo curioso es que los aficionados brasileños imitaron a los mexicanos e hicieron lo mismo con Memo Ochoa. En ese momento fue gracioso. El problema vino después.
Los seguidores aztecas hicieron lo mismo en los juegos contra Camerún, Croacia y en los octavos de final frente a Holanda.
La FIFA investigó el caso y a través de un comunicado informó que “el Comité Disciplinario investigó acusaciones de conducta incorrecta de los mexicanos y descartó todos los cargos”. Ese fue el primer aviso.
LLEGARON LAS MULTAS
El grito siguió en partidos de la liga mexicana y se endureció en juegos del Tricolor. La FIFA se mantuvo alerta de todo. México enfrentó a El Salvador en noviembre 2015 en el inicio de las eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018. El Tricolor ganó 3-0, sin embargo, la palabra apareció como era tradición y entonces vino la primera multa.
México trató de defenderse, hacerle entender al organismo que rige el futbol que el grito no es homofóbico, sin embargo, no se logró. La Federación Mexicana de Futbol pagó en enero de 2016 un castigo económico de 20 mil francos suizos, es decir, una cifra que rondó los 395 mil pesos.
Las eliminatorias siguieron, los gritos también y como consecuencia más multas. FIFA castigó a México por emitir la palabra en los juegos de eliminatoria contra Canadá y Honduras. Todo en 2016. Los castigos fueron de 650 mil pesos y luego 600 mil. Lo que comenzó como juego pasó a pegarle a los bolsillos de la Federación Mexicana de futbol.
Otra multa llegó en noviembre del mismo año por gritos en los partidos contra Estados Unidos y Panamá. El castigo fue de 470 mil pesos.
En 2016 la FMF pagó en total 2 millones 115 mil pesos en multas.
El ritmo de castigos se mantuvo en 2017. La FIFA sancionó a México con 190 mil pesos, 360 mil y 180 mil, entre marzo y julio. El grito se escuchó en los juegos contra Costa Rica, Estados Unidos, Honduras y Panamá.
PROTOCOLOS
Las multas no fueron suficientes y la FIFA fue más enérgica, el máximo organismo en el futbol le advirtió a México la posibilidad de perder puntos o quedar excluidos de competencias su el grito no cesaba. La Federación Mexicana de Futbol y FIFA pusieron mano dura y durante la Copa Confederaciones de Rusia 2017 implementó un protocolo para la gente que emitiera la palabra. Pedir dejar de hacer el grito, detener el juego o suspenderlo fueron los pasos a seguir. Eso no ocurrió, pero algunos aficionados mexicanos fueron expulsados de los estadios por hacer el grito.
SIGUE EL GRITO
La palabra dejó de escucharse un tiempo, sin embargo, en el Mundial de Rusia 2018 durante el juego entre México y Alemania el grito reapareció. FIFA entró rápido en acción y castigó a la FMF con 205 mil pesos. Quitarles su ID a los seguidores que emitieran el grito fue la forma de reducir el cántico.
PRIMER JUEGO DETENIDO
El problema se volvió tan fuerte que La Liga MX y la FMF implementaron un protocolo más estricto para que el grito desapareciera. Detener el juego 5 minutos, si persiste la palabra los jugadores abandonan el juego y en caso de una tercera ocasión vetar al estadio. Los aficionados mexicanos entendieron, sin embargo, en el juego entre Morelia y León en los cuartos de final del Apertura 2019, los seguidores rojiamarillos sintieron impotencia por estar abajo en el marcador, le gritaron a Rodolfo Cota, José Alfredo Peñaloza se apegó al protocolo y detuvo el juego. Esa fue la primera ocasión que sucedió en la liga mexicana.
EL PROBLEMA PERSISTE
En 2020 la pandemia provocó que el grito perdiera fuerza, hubo escasos juegos con gente y la palabra pareció estar enterrada, sin embargo, en 2021, con un aforo mayor el grito resurgió. Primero en el Preolímpico de Guadalajara, curiosamente el mismo torneo y lugar en el que se originó todo en 2004.
La selección mayor regresó a Estados Unidos a jugar con gente y el grito tomó fuerza. En el juego contra Islandia se detuvo por primera ocasión un partido del Tricolor. Todos los protocolos se olvidaron y durante la Nations League sucedió lo mismo contra Costa Rica y Estados Unidos. La FIFA no se ha pronunciado, sin embargo, es de esperarse que reaparezcan las multas.
La Concacaf lanzó la campaña “Lo que está mal, está mal”, para evitar el grito, pero no tuvo repercusión.
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LÍNEA DEL TIEMPO DEL GRITO
2004
El grito nació en el Preolímpico de Concacaf rumbo a Atenas 2004 durante la semifinal entre México y Estados Unidos.
2004
Atlas adopta el grito y lo traslada a los juegos de liga.
2006
El grito traspasó las fronteras y se escuchó en el Mundial de Alemania 2006.
2010
En el Mundial de Sudáfrica 2010 el grito toma fuerza, hasta ese momento era normal.
2011
México organizó el Mundial Sub-17 y la palabra se escuchó en cada juego del Tricolor.
2014
En el Mundial de Brasil 2014 el grito empezó a ser mal visto y catalogado como racista. FIFA absolvió a la FMF.
2016
La FIFA multó por primera vez a México, el grito apareció en el juego entre el Tricolor y El Salvador en noviembre 2015. El castigo fue de 395 mil pesos.
2017
En la Copa Confederaciones de Rusia 2017 se llevó por primera ocasión un protocolo para evitar el grito en los estadios. Dar un aviso, detener el juego o terminarlo si sigue escuchándose el grito. Algunos aficionados fueron expulsados de los recintos.
2018
El grito apareció en el juego entre Alemania y México en el Mundial de Rusia 2018. La FIFA multó a la FMF con 10 mil francos suizos, es decir una cifra cercana a los 205 mil pesos.
2019
La Liga MX estableció un protocolo y castigos para los aficionados que emitieran el grito.
2019
Por primera ocasión se detuvo un partido en la liga mexicana por el grito al portero, sucedió en el juego de cuartos de final entre Morelia y León.
2021
Tras un año de pandemia el grito apareció en el Preolímpico de Guadalajara.
2021
Por primera ocasión se detuvo un juego del Tricolor por el grito, fue en el amistoso entre Islandia y México.
2021
La palabra siguió emitiéndose y apareció en las semifinales y final de Nations League, los partidos contra Costa Rica y Estados Unidos se detuvieron.
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