Por: Yael Rueda

Fotos: Oswaldo Figueroa

Hace 40 años en Tampico, un jovencito se ofrecía a lavar los coches de los jugadores de la Jaiba Brava a cambio de que le regalaran sus camisetas. No había mejor pago para alguien enamorado del futbol que llevar la playera de sus grandes ídolos, el tiempo y las posibilidades llegaron, aquel muchacho creció y se convirtió en un ingeniero al cual, llegan mensajes de Whatsapp de todas partes del mundo para venderle camisetas usadas por jugadores de todo el mundo, hoy cuenta con 40 mil playeras, afiches, banderines, balones, tachones y un sinfín de cosas de futbol.

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Por cuestiones de seguridad, el coleccionista solicitó a ESTO omitir su nombre, además de destacar que lo que realmente importa son las historias que cuenta cada una de las prendas.

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“No, no, yo no soy fotogénico”, dijo entre risas. “Me gusta tener perfil bajo, no me gustaría salir, lo que quiero es que se le de visibilidad a la colección y a todas las historias que cuentan”.

Entrar a la bodega en la que se encuentran todas las playeras es simplemente impresionante, un auténtico orgasmo para los amantes del futbol. Apenas ves los maniquís con algunas camisetas emblemáticos, la piel se pone chinita.

Todo lo largo de la bodega hay playeras colgadas, en la parte inferior, un montón de zapatos de futbol de todas las épocas, complementan la experiencia. En una esquina hay un espacio dedicado únicamente a Diego Armando Maradona, ahí hay algunas fotos del Mundial México 86, también las postales que el coleccionista se tomó con el 10.

En ese pequeño altar para uno de los más grandes de todos los tiempos, hay unos lentes usados por Diego Armando en su aventura por Dorados de Sinaloa y un habano a medio fumar.

“Lo fui a ver varias veces a Culiacán, me regaló esos lentes. Ese día se venía fumando ese habano y lo tiró. Lo apagué y lo guardé, aquí está la foto de los lentes y del habano”, presumió para el diario de los deportistas.

Además, hay otro cuarto dedicado completamente a los equipos que están extintos o en la división de plata. Ahí los recuerdos siempre llegan a la mente, el desgaste de las telas es impresionante, los años han transcurrido, pero la nostalgia siempre se va a quedar.

Las playeras de Toros Neza, Coyotes Neza, Atlante o Leones Negros están ahí guardadas, solamente el Tampico Madero ocupa un lugar especial en la parte principal.

A nivel internacional hay un montón de cosas, playeras de clubes internacionales o de Selecciones Nacionales, todas tuvieron su nivel de dificultad para conseguirse, no solamente económicamente, a veces es difícil hacer que los protagonistas u otros coleccionistas se desprendan de algo que valoran sentimentalmente.

La playera de mayor valía económica es la que usó George Best con el Manchester United; “No te podemos decir cuánto costó por motivos de seguridad, pero esa es la que más dinero costó, así te lo dejamos, ni te imaginas lo que se pagó”, explicó el coleccionista con una sonrisa llena de orgullo por todo lo que ha logrado juntar a lo largo de 4 décadas de pasión, de amor por el futbol.

La intención no es otra que, contar historias, que algún día se recuerde un montón de anécdotas y de nombres que indudablemente, algún día el tiempo borrará de la mente de muchos aficionados.

La principal fuente, los ex futbolistas

Las falsificaciones de camisetas son una constante en la actualidad, es por ello que para lograr la impresionante colección que tiene espacio en Monterrey, el coleccionista y su equipo de trabajo busca acercarse de manera directa a los ex futbolistas, aseguró el sociólogo Diego Ortiz, quien forma parte del equipo de trabajo de esta colección de 4000 playeras de futbol.

“La principal fuente es a través de ex jugadores y gente del medio. Mucha gente nos ha donado camisetas porque creen en el proyecto, lo que buscamos es contar historias, el objeto es el pretexto para contar la historia del personaje y del equipo”, relató en charla con ESTO.

“Buscamos ex jugadores porque como deben ser usadas en juego, hay un mercado muy grande de falsificación yendo con la fuente directa tratamos de evitar las falsificaciones, ex jugadores, gente del medio, casas de subastas respetables y en menor medida con coleccionistas a nivel internacional y necesitamos ciertas evidencias de que esa camiseta ha sido utilizada en juego”, agregó emocionado.

El integrante del equipo destacó que las camisetas, tachones y objetos deben haber sido usados por los protagonistas para poder estar consideradas.

“Hay cerca de 4 mil camisetas usadas en juego, todo lo que está aquí debe ser usado para que puedan ser parte de los jugadores. Tenemos un centro de documentación con alrededor de 15 mil documentos con libros, revistas, material audiovisual, en general todo se hace más integral”, relató.

Parte del trabajo que se realiza a nivel investigación, consiste en documentar y dar validez a los objetos, comprobar su procedencia y que efectivamente hayan sido usados por los futbolistas.

“La colección es tan grande que esta persona necesitó profesionalizar la colección, es decir, traer trabajadores especializados en catalogación, conformó un equipo de historiadores, sociólogos, museólogos, museógrafos. A partir de eso, tardamos tres años en poder catalogar y mapear todo lo que teníamos para empezar a salir a exposiciones y poder montar, nos detuvo la pandemia hacia afuera, la catalogación nunca se acaba, además de que siguen entrando piezas en general”, aseguró.

La intención del coleccionista es que poco a poco, estas camisetas puedan contar historias en exposiciones o un museo, de momento han participado con algunos y lo hacen sin fines de lucro.

“Hay instituciones que, por ejemplo, el caso del Museo del Objeto hizo una exposición y nos pidieron apoyo para el préstamo de piezas, fueron alrededor de 200 piezas que al ser camisetas cubrían el 60 por ciento de la exposición. Usualmente nos mandan un guion, nosotros mandamos propuestas de lo que puede ilustrar ese guion, ya nosotros pedimos un aseguramiento para las piezas, todo lo hacemos sin fines de lucro, solo el costo de los seguros y que nuestro personal ayude con el montaje”, sentenció.

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