BRIAN SALES

FOTO: Carlos Ramírez | Mexsport

Pumas tiene una misión imposible en el horizonte. Debe esperar una combinación de resultados para llegar con vida al partido del siguiente domingo ante las Águilas del América. Pese a todo, si alguien sabe cómo se pueden jugar los Clásicos capitalinos, es Carlos Gutiérrez, juvenil que lleva toda su vida en el conjunto auriazul. Para él, es un partido que no pueden perder, más allá de que tengan o no posibilidades de acceder a la reclasificación.

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“Desde fuerzas básicas, ese partido no se puede perder. Es mucho orgullo y se juegan más que tres puntos. Es demasiada rivalidad. Es lindo cerrar contra ellos, porque nos va a dejar motivados para llegar al repechaje. Será una fuerza anímica muy buena”, cuenta en charla con ESTO.

Gutiérrez no ve como desventaja enfrentar a las Águilas en la última jornada del Guard1anes 2021. Incluso, le ve el lado bueno. En caso de ganar, piensa, llegarán con mejor ánimo y con un golpe mental importante a la reclasificación, en caso de que se logren dar los resultados a lo largo de la fecha 17.

“¿Qué mejor rival que ellos? Es una motivación extra. Si les ganamos, entraremos al repechaje muy motivados y ahí podemos avanzar y avanzar. Todo queda en nosotros, pero tenemos que ganar este duelo primero”, añade.

Aunque se rumoraba que podrían abrir el estadio Olímpico Universitario para recibir gente si el semáforo epidemiológico pasa a color amarillo, no habrá público. Gutiérrez ya vivió lo que es jugar un Clásico sin afición y acepta que le resta mucha pasión y color al compromiso.

“Le resta al espectáculo, porque un América vs Pumas siempre se llena y se disfruta. Creo que sí pesa y se extraña a la afición. El Olímpico estaría a reventar. Se pierde mucho el espectáculo sin gente, pero pronto nos volveremos a ver”, asegura.

Ahora que viven una turbulencia por la ausencia de gol y la lejanía a los puestos en los que el equipo debería estar, el canterano alza la voz y mantiene su fe en su entrenador. Andrés Lillini es el blanco de las críticas ahora que el equipo no camina como el semestre pasado, pero, para Gutiérrez, todo el plantel está con el argentino.

Pumas vs América, duelo entre la mejor y la peor ofensiva

“Estamos con Andrés a muerte. El torneo pasado regresamos a la afición todo lo que nos pedía. Se volvieron a ilusionar y volvió ese Pumas que quería. Tenemos que cerrar con mucha garra y con ganas. Si entramos al repechaje, ojo, somos muy peligrosos”, señala.

Con autocrítica, Gutiérrez admite que no es el mejor torneo a nivel individual o colectivo, pero se dijo consciente de la oportunidad que pueden tener ante el América para ganar, clasificar y salvar la temporada. Si los resultados se lo permiten, Pumas sólo requiere ganar por una anotación ante el acérrimo rival.

“Ha sido un torneo complicado, no sólo para mí, sino para todo el equipo. Fue difícil iniciar sin pretemporada y más después de perder una final. Nos costó mucho recuperarnos, porque teníamos mucha ilusión de hacer historia en el club. Por lo que se hizo el torneo pasado, nos dolió bastante. Ahora estamos para meternos a la Liguilla. En lo personal, quiero mostrar mi mejor nivel y hacer algo importante con la institución que amo”, cierra.

Mozo, su mejor cómplice

La banda derecha de Pumas tiene dos duelos claros. Alan Mozo y Carlos Gutiérrez, quienes juegan juntos desde hace años, se entienden a la perfección y hay cotejos en los que vuelan. “Guti” se deshizo en elogios hacia su compañero, el cual tiene características parecidas a él cuando se incorpora al frente. Incluso, Carlos ya tuvo que tomar la posición de lateral cuando Alan no está. Aunque desconoce la posición, puede desarrollarse en ese sitio sin problema.

“Cuando juego con Mozo, es un compañero con el que juego desde pequeño, y me entiendo con él. Tenemos algunos relevos y por esa banda hacemos muy bien las cosas. Cuando él se va al ataque, sé que me tengo que quedar. Soy un tipo sacrificado y que corre. Sé que cuando Mozo va, tengo que quedarme. No es una posición que la domine, pero soy un tipo aguerrido. Si Andrés me necesita ahí, juego sin problema”, cierra.

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