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22, febrero 2021 - 8:00

┃ Jesse Villalpando

Estadio León

“¿Ha entrado usted alguna vez a un estadio vacío? Haga la prueba. Párese en medio de la cancha y escuche. No hay nada menos vacío que un estadio vacío”. Lo anterior fue aseverado por el célebre escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano en su obra “El futbol a sol y sombra” de 1995.

Y es que desde hace un año que el Covid-19 alejó a todos, absolutamente a todos, del principal pulmón de un estadio: su tribuna. Este virus, todavía indescifrable en ciertas cuestiones para los expertos, obligó a tener que abandonar parte de la cultura, de una rutina de cada semana o 15 días, marginó de uno de los fenómenos sociales más importantes para la sociedad hoy en día.

¡Sin gol! Pumas pierde con León y llega a cinco partidos sin anotar

Se ha cumplido ya un año sin la presencia de la afición en el estadio Nou Camp. Fue el pasado 22 de febrero de 2020 la última ocasión que las puertas del dos veces mundialista abrió sus puertas. En aquel compromiso de la fecha siete del certamen de Clausura el conjunto esmeralda ganaría 2-1 a Necaxa con doblete de Jean Meneses.

Posterior a eso, sólo existe un profundo vacío que contrasta con los gritos que son emanados desde el rectángulo verde. A partir del sábado 14 de marzo del año anterior, La Fiera tuvo que acostumbrarse a jugar sin el aliento de su gente, la cual ya no tuvo posibilidad alguna de presenciar el partido frente a los Pumas.

En adelante, la guarida ha visto transcurrir 14 encuentros, de los cuales la escuadra verdiblanca ganó 11, empató dos y perdió uno. La fanaticada incluso tuvo que mantenerse alejada en aquella gran final del domingo 13 de diciembre y en donde su equipo superó a la UNAM para alzar el octavo título de su historia, ese que tuvo que celebrarse en la intimidad, a la distancia y entre cuatro paredes.

 

CUANTIOSAS PÉRDIDAS

El coronavirus ha desatado una auténtica lucha por la supervivencia y el club León no ha estado ajeno al complejo panorama económico que se vive en todo el planeta, pero que por momentos parece agudizarse mucho más en nuestro México.

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Recién en declaraciones hechas para la emisión radiofónica Magazine XXI, Jesús Martínez Murguía, presidente de La Fiera, manifestaba que la institución ha bajado sus ingresos anuales hasta en un 40%, lo que se traduce en pérdidas millonarias para un equipo que presume tener la séptima plantilla más cara de la Liga MX, con un valor de mercado total que oscila en los 46.60 millones de euros, esto según el portal especializado Transfermarkt.

Hasta el ciclo 2019-2020, que incluye los torneos Apertura 2019 y Clausura 2020, León tenía la séptima mejor taquilla del futbol mexicano. Su promedio de entrada era del 69.1 por ciento; es decir, ingresaba 23 mil 451 aficionados por cotejo en un inmueble cuyo máximo aforo es para 33 mil 943 personas. En todo ese lapso donde se disputaron nueve compromisos, el total de público que accedió al estadio rebasó la barrera de los 211 mil.

Un dato contundente, calculado en su momento por el diario El Financiero, muestra que tan sólo en ese Clausura 2020 que tuvo que ser cancelado por la pandemia después de 10 jornadas, el Club León llegó a perder cerca de 85.3 millones de pesos por concepto de entradas y otros gastos que realiza el aficionado en su visita al estadio.

AMOR A DISTANCIA

Sin lugar a dudas la hinchada ha sido perjudicada con esta obligación de tener que jugar a puerta cerrada, ya no decir del comercio formal e informal que suele tener presencia cada vez que el cuadro de casa actúa en el inmueble del bulevar Adolfo López Mateos.

“Uno como aficionado de futbol siempre quiere ir al estadio, para eso a veces trabajamos en la semana, ya se requiere ir, hasta la cheve no sabe igual si no es en el estadio. Siempre será una alegría estar presente con el equipo León”, dijo Manuel Franco, quien se desempeña como abogado.

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Fernando Ávila, comerciante de suplementos alimenticios, apuntó que “nosotros los aficionados jugamos desde las gradas, no nos toca chutar la pelota, pero con porras y aplausos hacemos nuestro partido y siempre buscamos ganar”.

Por su parte, Uriel Franco, vecino del barrio del Coecillo, aseguró que ver los partidos en la tele “no es los mismo porque siempre se extrañará ir al estadio, ver en persona a los jugadores. Dios quiera que termine la pandemia y podamos regresar todos al estadio”.

Otros como Christian Ambriz, chofer de aplicación digital, lamentó el hecho de no haber podido ser testigo de la octava estrella: “Nos tocó ser campeones y fue algo nostálgico porque no se pudieron gritar los goles y tampoco se pudo celebrar a lo grande”.

Un año después, la pandemia continúa entre nosotros para hacernos ver que tan frágiles podemos llegar ser como sociedad, pero también para demostrarnos que con fortaleza y unión se puede salir delante de una situación adversa. Quizás ahora el futbol a nivel mundial es lo más importante de lo menos importante, si volteamos a ver las cifras que indican poco más de 2.4 millones de personas que han perdido la batalla frente al SARS-CoV-2.

Por ahora, bien lo apuntaba el escritor mexicano Juan Villoro… “Los estadios vacíos son como mausoleos en los que no aparece la gloria”.

 

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