La historia se repitió para el Barcelona. Esta vez no fueron ocho goles los que le metieron; sólo cuatro les recetó el PSG a domicilio en su triunfo 4-1 para poner pie y medio en los cuartos de final de la Champions League.

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Kylian Mbappé se convirtió en la figura de los parisinos después de anotar un ‘hat-trick’ que vuelve a sumir (si es que alguna vez se fue) en crisis al club blaugrana.

Lionel Messi, a quien algunos rumores lo ponen con el París Saint-Germain para la próxima campaña, le dio la ventaja a los culés con un tanto desde el punto penal. La pesadilla estaba por llegar.

A unos minutos de que los locales se fueran al frente, el ’10’ del PSG aprovechó un sutil pase de Marco Verratti para fusilar a Marc Andre ter Stegen en las inmediaciones del área chica.

En el complemento, un mal rechace de Gerard Piqué le quedó franco a Mbappé para que simplemente empalmara el balón a las redes. Sólo Moise Kean evitó que su compañero se comiera todo el pastel. Un testarazo suyo puso sobre la lona al Barcelona. Los fantasmas habían regresado.

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Ronald Koeman mandó a todos al ataque en busca de anotar otro tanto que dejara la losa menos pesada, pero en un contragolpe la velocidad de los franceses los liquidó. Nuevamente Mbappé fulminó al guardameta.

Barcelona necesita otra noche tan épica como la de aquel 8 de marzo de 2017, cuando venció 6-1 a los parisinos para remontar un 4-0. La gran diferencia está en que en aquel entonces todavía no estaba su verdugo de este día enfundado en la casaca parisina.

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