No podía empezar de peor forma la etapa de Miguel Gallardo Valles como capitán del equipo mexicano de Copa Davis.

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Apenas unos cuantos días después de haber sido designado como el líder del conjunto nacional que disputará ante Bulgaria los playoffs del Grupo Mundial II, Gallardo Valles dejó fuera de la convocatoria al máximo exponente del deporte blanco en lo que va del Siglo XXI, Santiago González, argumentando que le daría “descanso por haberse sometido a la cuarentena en Australia” y habían llegado a ese acuerdo, situación que el veracruzano negó y de paso lamentó las formas en las que por medio de un simple “mensaje de texto” le hicieron saber la decisión.

“Es una decisión que tomó Miguel (Gallardo), a él le avisaron hace muy poco que sería el capitán. Las órdenes vienen de más arriba. Me hubiera gustado a mí tomar la decisión de ir o no ir, al final siempre he estado por México. Llevo representando a mi país los últimos 20 años”, manifestó Santy en exclusiva para ESTO previo a su participación en el Australian Open, primer Grand Slam del 2021.

“Me toca darle vuelta a la página, y tratar de representar a México en mis torneos. Es una lástima que lo hagan de esta forma, ojalá en la próxima serie pueda llamarme el capitán para integrar el equipo. Toca desearles la suerte para que ganen e intentar subir al Grupo I”, añadió el doblista posicionado en el lugar número 48 del mundo.

Al final el equipo nacional está renunciando, por problemas extra cancha, al mejor jugador del país en los últimos años. González ha integrado el conjunto de Copa Davis desde el ya lejano 2001, convocado en 35 oportunidades con marca de 30 victorias y 18 derrotas.

Su historial parece no importarle a la nueva administración de la Federación Mexicana de Tenis (FMT) presidida por Carlos González, quien sigue atendiendo las constantes batallas de poder y dejando a los tenistas de lado. La Federación Internacional le quitó la localía a México de las series de Copa Davis y Billie Jean King Cup justamente por la lucha interna que emprendió junto a Mario Chávez por la silla presidencial, misma que ganó y que sigue sin lanzar un plan de trabajo para sacar al “deporte blanco” de la crisis en la que lleva sumergido durante los últimos años.

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