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9, diciembre 2020 - 16:34

┃ Brian Sales

pumas

FOTO: MEXSPORT

Todo buen aficionado vivió, gritó, disfrutó y hasta lloró con el gol de Juan Pablo Vigón. Mozo centró, González fintó y el balón le quedó al centrocampista. Controló, definió y firmó la remontada más grande de la historia de las Liguillas con su anotación en la portería norte de CU. Ahí, donde Pumas siempre tiene a su mejor aliada, si de remontadas y momentos trascendentales se refiere. Sin ir más lejos, en 2015, cuando Pumas también remontó el 3-0 en contra ante Tigres en la final, los goles de Silvio Torales y Gerardo Alcoba cayeron ahí, para ir a tiempos extra y posteriormente a los penales.

Si de proezas, hazañas y momentos importantes se habla, la portería norte es la indicada. En el título de 2009, en los cuartos de final, Pumas tenía que remontar ante Tecos un marcador de 2-0. En el primer tiempo, cuando atacaron a la portería sur, no les salió nada. Para el complemento, cuando cambiaron de portería, Dante López encontró un rebote en el área y acercó a los felinos. Minutos después, Juan Francisco Palencia metió un tiro raso desde afuera del área que se clavó a ladito del poste. Para hacer la hazaña más espectacular, Toledo sentenció la obra con un gol en el tiempo agregado. Todos los goles cayeron en la portería norte.

En la instancia de semifinales, Pumas tenía que remontar una vez más. El juego de ida quedó 2-1 en favor de los universitarios. Para el juego de vuelta, los enfranjados se encontraron con dos goles, lo que complicó la serie. No fue hasta el segundo tiempo cuando, en la portería norte, otra vez sucedió el milagro. Pumas necesitaba un gol, y lo encontró hasta la recta final. Un centro desde el costado derecho pasó por toda el área y encontró a Darío Verón, quien ya jugaba como delantero. El remate entró y los felinos se clasificaron a la Final del 2009, otra vez con un gol en la portería norte.

En 2011, tanto en cuartos de final, como en la semifinal y en la Final, la misma red fue testigo de hazañas. La primera llegó con Monterrey. En el juego de ida, Pumas perdió 3-1 en el TEC. Para la vuelta, Efraín Velarde marcó un gol de palomita que los acercó al sueño. Pero no fue hasta en los últimos minutos cuando Luis Fuentes, tras un tiro de esquina, se elevó entre los centrales, marcó el gol de la remontada y clasificó a su equipo con la anotación en la portería norte.

En semifinales, ante Chivas, la anotación que selló el pase a la gran Final fue obra de Darío Verón y Dante López. En una contra, el defensor se convirtió en un atacante de prestigio, dejó rivales regados y sirvió para su compatriota, quien sólo tuvo que empujar el balón. Este tanto también cayó en la portería norte.

Para la final, Javier Cortés pasó a la historia del Club Universidad con su gol de antología donde hizo dos túneles y definió ante la salida de Vilar, portero de Morelia. Otra vez fue rumbo a la recta final del partido y otra vez en la red de la cabecera norte.

En 2015, cuando Pumas regresó a una Final, en esa portería cayeron los últimos dos goles que más gritó el pueblo azul y oro. Silvio Torales mandó la serie a tiempos extra, mientras que Gerardo Alcoba hizo el milagro de extender hasta los penales cuando todo parecía perdido.

El deporte tiene historias magníficas cómo el romance de la portería norte con la hazaña, la proeza y la remontada más grande de la historia en las Liguillas.

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