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Mira

26, septiembre 2020 - 23:15

┃ Rubén Beristáin

clasico-regio


Un par de disparos y dos goles, así triunfó Tigres en el Clásico Regio del Guard1anes 2020, que quedó muy lejos de la expectativa y a deber en cuanto a pasión y emociones se refiere.

El poder charrúa de Leonardo Fernández y el colmillo de Nicolás López fueron suficiente para unos Rayados de Monterrey que controlaron las acciones, pero que no tuvieron ideas claras ni contundencia. 0-2 final. Los felinos son los mandones en tierras regias y ya son quinto general.

Nuevo León se paralizó por 90 minutos. El entorno fue diferente en el Clásico Regio 124, en total silencio, el Covid-19 arruinó la fiesta, como nunca antes se había vivido un partido de esta rivalidad. El Gigante de Acero fue decorado y la afición rayada no dejó sólo a su equipo. “Hoy y siempre te estamos alentando”, fue el mensaje que le dejaron en lo más alto del recinto.

En el terreno de juego, Monterrey presentó su cuadro de lujo con sólo un cambio. Stefan Medina suplió al suspendido César Montes. Tigres hizo lo propio y sus mejores hombres salieron a escena. Francisco Meza volvió a la titularidad, mientras que Javier Aquino esperó en el banquillo de suplentes.

La paridad de ambas instituciones en el torneo salió a relucir, pero Monterrey comenzó con el control. Rayados llegó al área, se adueñó del balón, exigió a Nahuel Guzmán y hasta estrelló un balón en el poste. La ofensiva de los locales mantuvo ocupada a la zaga universitaria, Ake Loba y Rogelio Funes Mori fueron incisivos, pero desaprovecharon sus oportunidades frente al marco.

Tigres no se sintió cómodo en Guadalupe. Los felinos ni siquiera cruzaban de mediocampo, pero les bastó un error de su rival para herirlos. En la primera aproximación de los visitantes, no se anduvieron con rodeos y mandaron la redonda a la red. Leonardo Fernández escogió el partido más importante de la ciudad para estrenarse como goleador felino. El uruguayo marcó un tanto fortuito, que ni él mismo esperó, pero que puso adelante a su escuadra. El estreno de Leo fue soñado.

Rayados nuevamente impuso su poder, se vio mejor, pero el futbol es caprichoso y no pudieron vencer a Guzmán. Tigres no volvió a atacar, pero su fue con la ventaja al descanso.

El complemento no cambió. La Pandilla busco con ansiedad el empate, intentó centros, tiros de larga distancia, pero sus intentos fueron en vano. Funes Mori, el casi mexicano, quiso mandarle un mensaje al Tata Martino, pero el portero Nahuel le negó su festejo en un par de ocasiones.

Por el otro lado, les bastó una llegada más para finiquitar el duelo. Nicolás López ingresó de cambio y fiel a su última costumbre, marcó el segundo de Tigres que fue suficiente para dejar sin oportunidades a su rival.

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