Necaxa tuvo un cumpleaños feliz y aunque Santos hizo todo lo posible por amargarle el festejo, consiguió venir de atrás para remontar la desventaja que tenía, por lo que al final se quedó con los tres puntos al ganar 2-1.

Matheus Doria puso en ventaja a los Guerreros, pero Baeza y Bilbao se encargaron de poner los tantos del triunfo, por lo que el festejo fue redondo.

La apertura de la sexta jornada del Guardianes 2020 se dio en Aguascalientes. Necaxa recibía a Santos en el marco de su 97 aniversario con la ilusión de celebrar con un triunfo en su casa, pero la cosa no sería sencilla para su causa, ya que enfrente se encontraron con unos Guerreros decididos a hacer su partido para llevarse los puntos de regreso a Torreón.

Y es que a pesar de que al partido no le pasaba mucho en el primer lapso, los de la Comarca Lagunera lograron adelantarse en el marcador gracias a la pelota parada.
Un tiro libre fue cobrado al corazón del área rojiblanca y ahí apareció Matheus Doria. El central brasileño se sumó de buena forma al ataque y pese a estar de espaldas al arco, conectó un cabezazo bien colocado que hizo inútil la estirada de Luis Malagón. ¡Gol de Santos! Los visitantes amargaban de momento la fiesta hidrocálida.

Para el complemento, los Rayos salieron decididos a hacer valer su territorio, se fueron al frente y con contundencia, lograron venir de atrás para conseguir la remontada.

Primero fue Claudio Baeza, quien con una gran asistencia de Passerini puso la igualada en el electrónico cuando un trazo largo encontró a Lucas en el corazón del área. El atacante, al saberse de espaldas al arco y con una marca pegajosa, vio la llegada de su compañero y sirvió de poste para tocar retrasado a la llegada del Pato, quien sacó un escopetazo potente y bien colocado que dejó fuera de combate a Carlos Acevedo. Así se gestó la igualada.

Con el momento anímico de su lado, Necaxa encontró el segundo tanto de la mano de Unai Bilbao, quien al igual que la jornada anterior, se convirtió en el héroe de la noche de los Electricistas.

Un tiro de esquina cayó unos pasos atrás del manchón de penalti. El español ganó la posición, se levantó con autoridad y puso un martillazo fuerte, picado, cercano al palo derecho que tomó en el viaje al meta lagunero, que nada puso hacer para evitar la caída de su arco. ¡Gol de los Rayos!

Con eso bastó para consumar la remontada y el triunfo, Necaxa ganó y su celebración fue completa.