La alpinista mexicana Sol Castro tuvo que cancelar tres expediciones en Pakistán y la India. Debido a la pandemia del Covid-19, la capitalina confesó que tuvo que aplazarlo para el próximo año. El 29 de mayo tenía programado tomar camino en una montaña virgen en el Valle dos de en Pakistán, expedición que iba a durar 20 días.

“Tenía este año tres expediciones importantes, la primera era en Pakistán,donde iba a escalar una montaña Virgen que es la novedad en montañismo; es escalar montañas vírgenes es como la tendencia ya que hay muchas montañas que ya tienen ruta de ascenso cumbre, pero las vírgenes no, en esta expedición íbamos a ir cuatro mexicanos Omar Arroyo, Miriam y Lorenzo Ortiz, acompañados por un pakistaní”.

Esta expedición era muy esperada por los pakistaníes porque se llevaría a cabo un ascenso a una montaña muy importante para ellos ya que les da trabajo a las comunidades.

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“Tan importante para ellos ya que alguien escale una montaña de ese tipo le trae a las personas del Valle y a las comunidades trabajó, pero para nosotros era la gran oportunidad hasta ahorita así se quedó en pie y esto se harás hasta el próximo año en el mismo mes que es la mejor temporada de escalar esa montaña”.

Sol Castro, confesó que fue difícil el no poder subir a las montañas, ya que este 2020, intentaría escalar su segunda cumbre denominada un ochomil (es una montaña que rebasa los 8 mil a nivel del mar)

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“Era mi segundo intento a cumbre, el primer intento lo hice el año pasado y me faltaron 58 metros de diferencia de altitud para llegar y ya tenía todo preparado para irme y con esto del Covid-19 quedó en el aire todo”.

CUARENTENA

Durante la cuarentena, Sol no pudo continuar con sus entrenamientos ya que los parque nacionales se encuentran cerrados, al igual que los gimnasios, por lo que  tuvo que ingeniárselas para no perder la forma física, ya que asegura que el montañismo se práctica en la montaña.

“Los parques nacionales los cerraron al menos en México, el parque Ixtla popo está cerrado, no se puede ascender, el Pico de Orizaba y la Malinche, al no haber gimnasios, tampoco podía salir mucho a la calle, me relajé un poco en el entrenamiento, pero en las noches o muy de madrugada me salgo a la calle con mi mochila de 17 kilos a caminar dos o tres horas de unos tres o cuatro veces a la semana para no perder condición”.