POR MARYSOL FRAGOSO

Desde los años 90, el ganadero de bravo, Pablo Suárez Gerard, propietario de Campo Hermoso, apoya el surgimiento de nuevo valores en la baraja taurina nacional, es el caso del impulso que a través de tentaderos, desde entonces dio a los becerristas y novilleros que integraron la escuela Tauromagia Mexicana, por ejemplo, los actuales matadores Octavio García El Payo, Arturo Saldívar, Mario Aguilar (qepd).

Hoy por hoy, mantiene el mismo criterio y lo demostró al darle al novillero Arturo Gilio la posibilidad de lidiar doce toros en menos de 24 horas, lo cual representa un duro reto para el joven de Torreón, del cual salió fortalecido en su tauromaquia.

“Fue muy demandante para Arturo Gilio el torear tantos toros del encasto que manejo y que proviene de España, con sangre Domecq, en tan breve lapso de tiempo y lo cumplió a cabalidad. Mostró su preparación física y mental, soltura al pensar y al desenvolverse en la cara de los toros con faenas variadas; diría que realizó una hazaña, pues no es lo mismo enfrentar vaquilla o novillos, que toros con más de cuatro años de edad y con un promedio de 500 kilos de peso”, manifestó en relación a la intensa actividad que llevó a cabo en el rancho Ojo de Agua, en San Miguel de Allende, Guanajuato.

“Fue un reto profesional para todos, pues lo ideal era que esos toros se hubieran lidiado en una plaza, pero como no pudo ser, hubo que tomar decisiones y decidimos innovar al realizar un evento como este, en esta casa ganadera, con toda la categoría. Al ser tantos toros con esa catadura y edad, la forma en que embisten es muy variada, pero en general, la meta media fue muy alta. Quedé encantado con el resultado como ganadero y con la forma de torear de Arturo Gilio, me alegra haberlo podido apoyar, pues tengo fe y esperanza en que será una gran figura”, agregó Suárez Gerard.

Faena de orejas y rabo para el ‘Taquito’

“En la actualidad se necesita más que nunca que se consolide una baraja taurina nacional muy fuerte, que esté lista para hacer frente a los toreros que viene del otro lado del mundo y también que dé la cara en el actual momento de la fiesta brava, la cual está lista para volver a celebrar festejos en las plazas de toros en cuanto lo consideren pertinente las autoridades sanitarias”, finiquitó el propietario de Campo Hermoso, la cual se fundó en 1982 y se distingue con los colores morado, blanco y azul rey, que integran su divisa.

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