Un día como hoy, pero hace 44 años, se celebró el que podría ser unos de los combates pioneros en las Artes Marciales Mixtas, hablamos del duelo entre el ex boxeador, Muhammad Ali y el luchador japonés Antonio Inoki.

La historia comenzó cuándo Muhammad Ali fue cuestionado por Ichiro Hatta presidente entonces de la Japanese Amateur Wrestling Association. Hatta le preguntó que si estaba dispuesto a subir al ring con algún luchador japonés, a lo que Ali respondió fiel a su estilo, que no había rival alguno para él.

La noticia recorrió todos los medios en Japón, hasta llegar al célebre luchador Antonio Inoki, miembro de la empresa New Japan Pro Wrestling.

La lucha mediática comenzó, Inoki buscó por todos lados a Ali para lanzar el reto al pugilista, al enterarse, el promotor de boxeo Bob Arum lanzó una oferta ambos para que el encuentro se llevara a cabo.

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Tras varios meses, Ali aceptó el combate contra Inoki. Bob Arum aseguró una bolsa de seis millones de dólares para el boxeador y cuatro para el nipón. El acuerdo fue firmado para que el 16 de junio de 1976 en la Arena Nippon Budokan se efectuara el combate a 15 asaltos.

Incluso, para que la pelea fuera tomada como profesional, Arum creó el Campeonato Mundial de Artes Marciales para el ganador de la velada.

La lucha causó un gran impacto en medios, decisiones a favor y en contra; debido los diferentes estilos de disciplina de ambos, incluso luchadores y boxeadores también mostraron su descontento por el combate, algo que veían como una locura.

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El equipo de Ali comenzó a poner ciertas restricciones para Inoki, sobre todo que evitara usar llaves de lucha, derribos y patadas, algo que molestó mucho a los entrenadores del luchador, pero al final aceptaron.

La noche del combate la Arena Nippon Budokan lució abarrotada, las televisoras estaban listas para lo que pintaba ser un combate histórico.

Pero la realidad fue otra, la lucha fue un desastre desde el comienzo, Inoki al tener en cuenta las restricciones impuestas por el equipo de Ali, se limitó a realizar muy pocos movimientos, al punto de quedarse de espaldas en medio de la lona.

Ali lució poco espectacular, recorriendo la lona y gritando a su rival: “Eres un cobarde Inoki”, “Párate a pelear”, fue lo que decía el boxeador. La afición al pasar los asaltos comenzó por aburrirse y unos cuántos gritaban en contra de ambos.

Fue entonces que el nipón se cansó de esperar y comenzó a romper las reglas. Antonio lanzó varias patadas a Muhammad, el pugilista comenzó a correr para evitar los golpes, Inoki logró asestar varias patadas, esto enojó mucho a Ali, quién se cansó de recibir castigo y entró al juego sucio de su oponente.

Al final de los 15 asaltos los jueces dictaminaron un empate, de por sí la afición no estaba contenta por el desempeño de ambos, y la decisión terminó por enfurecerlos más, al grado de pedir un reembolso en la taquilla, incluso, hubo quienes lanzaron basura al centro del ring.

Las cosas no terminarían esa noche, los golpes en las piernas a Ali le costaron una fuerte lesión, que resintió por el resto de su carrera.