24, junio 2020 - 15:20
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Foto: Facebook Ady Jimenez
La clavadista de altura Adriana Jiménez cambió de rutina en los entrenamientos, se podría decir que volvió a sus orígenes deportivos, la práctica del karate y como novedad también se adentró en el point fighting con el maestro David Pintado, a la espera del regreso a la normalidad.
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La medallista mundial en clavados de altura comenzó su vida deportiva desde los tres años con la dirección de su hermano y sensei Hugo Jiménez en la escuela “Titanes Marcial Arts” y al paso de los años se encontró con amigos en el CNAR, entre ellos a David, quien es medallista de bronce mundial dentro de su especialidad.
Adriana al término de la sesión dijo que fue espectacular asombrada al no olvidar lo que aprendió, el honor y respeto que representa y sintió que cambiado el ritmo y la técnica como estaba acostumbrada, “lo dejé a los 12 años, entonces le tengo todo el respeto a los competidores de karate y point fighting, son disciplinas muy completas”, externó la clavadista.
“Mis movimientos, por eso son tan exactos, rítmicos, armónicos en los clavados, porque el karate me dejo mucha flexibilidad, elasticidad, disciplina y fuerza mental, es como si no hubiera pasado el tiempo”, externo Adriana.
“Soy temeraria porque viene del karate, mi hermano al ser mi sensei siempre fue muy exigente conmigo, mi hermano fue quien me inicio en el deporte; siempre me exigía al máximo, me llevaba al límite desde niña y nunca hacía diferencia o preferencia; y siempre quiso que fuera la mejor y me creó esa mentalidad de aguantar, de resistir y tratar de ser la mejor”, reiteró.
El piragüista Gustavo Eslava da el año por perdido
Adriana Jiménez sigue con la esperanza y disciplina para cuando vuelva a la competencia, se sienta bien y con la disciplina para una adaptación rápida: en pie con todos los sueños, metas y objetivos para el próximo año.