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21, junio 2020 - 20:55

┃ Héctor Reyes

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Foto: Cortesía

El maestro Reinaldo Salazar dejó de existir al amanecer del domingo 21 de junio. Un día antes sus hijos y alumnos desde afuera del hospital le pusieron su música favorita y con la fuerza de sus pulmones le pidieron que tuviera la fortaleza para librar la batalla más complicada de su vida.

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Sin embargo, el último reporte médico daba cuenta de su situación: estado crítico por neumonía relacionada por el COVID-19 y falla de riñones, justo cuando ya había recuperado su capacidad de oxigenación, recobrado conciencia en la que pudo escuchar la lectura de los mensajes de sus seres queridos, pero en un lapso de cinco hora todo cambió.

El maestro de taekwondo, cinta negra y octavo dan, reconocido en el mundo de este deporte, ingresó a terapia intensiva del hospital de expansión del IMSS ubicado en el Autódromo de los Hermanos Rodríguez debido a que corría un alto riesgo de sufrir un paro cardiorrespiratorio.

Los reportes del viernes y sábado fueron reveladores, el ingeniero del Instituto Politécnico Nacional entraba en una fase crítica por neumonía a consecuencia de una infección bacterial (el Covid-19 es un virus) y daño renal que finalmente no pudo resistir al cumplir 14 días internado, sedado e intubado por el daño pulmonar.

Reinaldo González, relató su esposa Margarita López Lugo, estaba muy preocupado porque debido a la pandemia no pudo abrir la escuela de taekwondo ubicada en Ermita, Iztapalapa, única fuente de ingresos de la familia. En un mes bajó 15 kg y fue hospitalizado debido a su gravedad.

A las 20:00 horas, velaron las cenizas de Reinaldo Salazar Molina, en la escuela de Talentos Marciales, rodeado de sus recuerdos, arreglos florales, veladoras en forma de cruz y ante sí sus seres queridos, familiares, alumnos, entre otros que le fueron a ofrecerle el último adiós.

Sinceras condolencias a su esposa Margarita López Lugo, a sus hijos de su primer matrimonio Rodrigo, Oscar e Iridia Salazar blanco, así como Marlon y Débora Salazar López, quien están en proceso de formación, uno de sus objetivos de llevarlos a los Juegos Olímpicos, antes de que la enfermedad le sorprendió. La personas que lo rodearon lo recuerdan con cariño, respeto y admiración.

A lo largo del domingo la familia a través de las redes sociales la CONADE, el COM, la Federación Mexicana de Taekwondo, compañeros que sentaron las bases del taekwondo en México, medallistas olímpicos como fue el caso de Guillermo Pérez y alumnos enviaron mensajes de condolencia y resignación.

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Iridia Salazar, mandó dos mensajes, el primero por el Día del Padre y el segundo dedicado a su padre y entrenador con todos los matices de la trascendencia de la vida y la familia. Dice así: “Nadie como tú papá. Papá yo tenía muchos planes contigo, pero Dios tenía un plan aún mayor. Es imposible llorar de tristeza habiendo tantos momentos felices. Mis lágrimas son de amor, de agradecimiento y de mucha admiración. Agradezco a Dios por tu compañía todo este tiempo. Te amo papá, Dios no es un Dios de muertos sino de vivos”.