El profesor Reinaldo Salazar Molina, en un lapso de cinco horas de mantener una situación delicada, pero con buena oxigenación, en el reporte de las nueve de la mañana sufrió un retroceso inesperado en su salud, con el parte médico de muy delicado con riesgo de complicaciones.

¿Qué medidas seguirán los gimnasios en su reapertura?

Margarita López Lugo, actual esposa del profesor Salazar, informó que recibió la llamada del doctor Javier Michel García Acosta, director general del hospital COVID-19 ubicado en el Autódromo de los Hermanos Rodríguez.

“Lo tienen que intubar inmediatamente para evitar un infarto o un paro respiratorio, la autorización ya está firmada por mi como lo he manifestado con antelación”, expresó la señora López Lugo, madre de dos jóvenes que también practican taekwondo.

A las cuatro de la mañana recibió un reporte del entrenador que ganó el Premio Nacional de Deportes por las medallas olímpicas obtenidas por sus hijos Oscar e Iridia Salazar, del paciente ubicado en la cama C154, en la cual indicaba que su estado no ha cambiado: se reporta delicado, pero estable con una variación de 91 a 88% de saturación, controlado de la glucosa y reconoció a las personas que se le nombraron.

Sin embargo, por la mañana del martes, ya los especialistas indicaban en el parte médico “la situación era muy delicada con riesgo de complicaciones”. El ingeniero cumplió ayer 10 días internado, pero en menos de un mes bajó 15 kg de peso, preocupado por la situación del cierre de la escuela de taekwondo en la cual lleva trabajando 22 años en Iztapalapa, a consecuencia de la pandemia.

“Y es el único sustento que tenemos, empeoró su situación de salud, sin tener dinero para hospitalizarlo en uno particular llegamos al indicado, lo atendieron cinco médicos, le hicieron pruebas de laboratorio, ya tenía cama, me dijeron su esposo viene muy grave, no lo va a poder ver”, narró la señora Margarita, el día que lo hospitalizaron.

Dijo que no podía creer lo que estaba pasando. Ese día, le habló a Miguel Quezada, amigo de la familia, para que condujera el carro del maestro de taekwondo y llevarlo al primer hospital que encontraran.

Su hijo Rey, no podía creer que lo cargara solo “si siempre ha sido una persona fuerte”, externó. Llegaron al autódromo, no le hicieron preguntas, únicamente le dieron la atención sin importar que era derechohabiente y le indicaron que no iba a pagar nada, el servicio era gratuito por orden gubernamental.

Reinaldo Salazar es una de las personas que trascendieron en la historia del taekwondo mexicano, con dos preseas mundialistas como deportista y como entrenador logró con sus pupilos dos medallas mundialistas, la primera de oro en la historia con Edna Díaz y los dos metales de sus hijos Oscar e Iridia, en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

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