27, mayo 2020 - 18:21
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Foto: AFP
LeBron James y otros deportistas estadounidenses expresaron su indignación a través de las redes sociales por la muerte de un hombre afroamericano tras una detención violenta en el estado de Minnesota.
Cuatro policías de la ciudad de Minneapolis, al norte de Estados Unidos, fueron despedidos el martes a raíz de la difusión de un vídeo en el que se ve durante minutos a un agente blanco apretar con una rodilla el cuello del detenido, George Floyd, quien posteriormente murió en el hospital.
LeBron James, líder de Los Angeles Lakers, publicó en Instagram la imagen del policía con su rodilla sobre el cuello de un esposado Flody junto a otra fotografía de la exfigura del football americano Colin Kaepernick arrodillado durante la interpretación del himno nacional estadounidense antes de un juego.
Por esta acción, en la que Kaepernick protestaba contra la brutalidad policial y la injusticia racial, el mariscal de campo fue condenado al ostracismo en la NFL y no ha podido jugar un solo partido en cuatro años.
“Esto… es el por qué“, escribió James subrayando el contraste entre las dos fotografías. “¿Lo entiendes AHORA o todavía está borroso para ti?”.
Otra de las figuras deportivas que se pronunció sobre el escándalo fue el entrenador de los Golden State Warriors, Steve Kerr.
“Esto es un asesinato. Asqueroso“, escribió Kerr en Twitter. “En serio, ¿qué demonios pasa con nosotros?”
“¡Cómo podemos sentirnos seguros cuando aquellos que nos tienen que proteger nos están matando! ¿Cuándo las minorías serán libres para ser estadounidenses en Estados Unidos?, reclamó DeMarcus Lawrence, jugador de los Dallas Cowboys de la NFL.
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Un portavoz policial afirmó el lunes que Floyd se había resistido a ser arrestado por un delito de falsificación. La familia del fallecido, de su lado, denunció un uso “excesivo e inhumano” de la fuerza y acusó a la policía de racismo.
El caso fue comparado con el de Eric Garner, un afroamericano que murió asfixiado durante su arresto por policías blancos en Nueva York en 2014. Aquel escándalo contribuyó al nacimiento del movimiento Black Lives Matter (La vida de los negros importa) y desató una ola de protestas en Estados Unidos.