Lo que hizo Matías Almeyda con Chivas quedó en la historia, pero independiente de los logros que consiguió al frente del Rebaño, el argentino tuvo un curioso romance con dichos colores para convertirse en un seguidor más del equipo en este 114 aniversario de la institución.

“Chivas significa muchísimo para mí, es el club del que me hice hincha, el equipo donde conocí por intermedio la cultura mexicana, la ciudad de Guadalajara que en lo personal puedo decir es hermosa. Además todo el cariño que me despierta la gente es inexplicable; el haber conocido a los jugadores que entrené, también las personas que conocí fuera del futbol, realmente tanto para mí como para mi familia fue un paso importante en nuestras vidas que queda marcado como algo lindo”, expresó conmovido al Diario de los Deportistas.

“Aún sigo conectado con los amigos que me quedaron allá, trato de mantenerme al pie y no perderme nada. En serio de ahí salió una parte importante de mi vida que no estaba antes y hoy es real”, añadió.

Su amor por dicha institución lo lleva en la piel, pues el ‘Pelado’ no dudó en tatuarse el título que levantó en el Clausura 2017 en su brazo izquierdo, mismo que porta con orgullo y el cual tiene un grato significado: “Les había hecho la promesa de que si ganamos esa Copa yo me iba a hacer el tatuaje, se consiguió, lo hice y hoy es algo muy bonito que me trae recuerdos únicos”, comentó.

Copa MX en 2015, SuperCopa MX en 2016, doblete de Copa en 2017, la estrella 12 de Liga y Concachampions en 2018, son los títulos que lo convirtieron en uno de los pastores más emblemáticos del Rebaño y los cuales recuerda con alegría: “Siento una enorme felicidad por el hecho de haber vivido esa etapa ahí, el ser parte de una historia linda. Sinceramente en el momento era una alegría muy grande sin mirar que se podía marcar como algo que en el tiempo iba a perdurar porque estás viviendo el día a día y estás trabajando para eso. Era lograr lo que habíamos programado y lo pudimos hacer, conseguir esos títulos que bueno de una u otra forma cuestan allá en México”, mencionó a ESTO.

Al cuestionarle cuál fue la clave que utilizó para revivir a un gigante respondió: “Todo. La unión, humildad, trabajo, conexión con la gente. El grupo de jugadores con los que trabajaba era maravilloso porque tenían una predisposición espectacular y creían todo lo que entrenábamos porque después se veía reflejado en el terreno de juego. Sabía el esfuerzo con el que hacíamos las cosas, las ganas con las que jugábamos un amistoso, una Copa o el torneo local. Le dábamos a todo la misma importancia porque es muy lindo ser campeón y eso siempre se los decía a los jugadores; es muy lindo dar una vuelta olímpica, para eso existe ese deporte para ganar”, indicó.

Por otro lado, recordó a Jorge Vergara, a quien siempre tiene presente: “Toda la vida estaré agradecido con él porque me dio la posibilidad de conocer Chivas, pero también fue un gran ejemplo, alguien que me enseñó mucho en manejos. Solía hablar mucho con él, hoy lo recuerdo como alguien muy especial”, expresó.

Matías dejó el banquillo y los rojiblancos volvieron al declive, aunque él no lo ve así: “Creo que hay que ser más positivos y el equipo de a poquito está avanzando. Tienen un buen entrenador, una linda escuadra, la afición está de nuevo  prendida apoyando, la parte dirigencial está muy bien con Amaury, así que pienso que va a ir para arriba. No puedo hablar más de hoy porque no estoy y soy muy respetuoso en eso y así que me queda apoyar, respaldar y alegrarme con los triunfos como un hincha más”, remató.

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