Por Brian Sales

Cuando Jorge Isaac Rojas finalizó el encuentro y los equipos abandonaron el campo, una riña se desató en las gradas del estadio Jalisco. La porra de los Rojinegros abandonó su zona y cruzó por todo el estadio para llegar con la gente de Chivas.

Los Rojiblancos brincaron la cerca que los contenía y golpearon a unos cuantos aficionados que encontraron.

Cuando llegó la parcialidad del Atlas, corrieron y abandonaron el recinto en cuestión de segundos, no sin antes dejar un salgo de ensangrentados en las gradas del estadio Jalisco.

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La seguridad del estadio se vio superada y poco pudo hacer ante la rebeldía de las porras.