23, febrero 2020 - 16:37
tuneros
POR RUBÉN BERISTÁIN
FOTOS: RAMÓN ROMERO
ENVIADOS
Querétaro.- ¡El famoso Clásico de la 57 se pintó completamente potosino. El morbo, por ser uno de los duelos de alto riesgo, se quedó sólo en eso. Querétaro y San Luis decepcionaron, las emociones fueron escasas y un solitario tanto de Nicolás Ibañez le dio la victoria a los visitantes por primera vez en su historia en suelo queretano. De parte de los emplumados no hubo ninguna respuesta. 0-1 final.
Afortunadamente hubo saldo blanco y sólo se habló de futbol en La Corregidora. Los Gallos Blancos dejaron ir la oportunidad de colarse entre los primeros tres lugares del Clausura 2020 y demostraron que sin Ariel Nahuelpán, su ofensiva no pesa. San Luis se metió de lleno a zona de honor y de ahí ya no querrá salir en lo que resta de torneo.
EL JUEGO
Una nueva edición del Clásico del Centro se llevó a cabo entre un ambiente extraño, pero sin nada que lamentar con un gran comportamiento, obligado por las autoridades del estado queretano.
Los Gallos Blancos llegaron con la consigna de hacer respetar su territorio y seguir con su hegemonía ante los potosinos, pero de entrada, sufrieron. Su goleador estrella, Ariel Nahuelpán, quedó fuera de la convocatoria de último momento por un cuadro infeccioso de gastroenteritis. Vucetich prefirió darle descanso y Enrique Triverio entró al quite.
El duelo estuvo lleno de morbo desde el silbatazo inicial. Muchos prefirieron estar atento a las tribunas sobre un posible altercado entre aficiones, lo que sucedía en la cancha pasó a segundo término, sobre todo, porque los visitantes iniciaron a tambor batiente y con gran motivación en búsqueda de los tres puntos.
Los de Potosí insistieron de forma seguida y no tardaron mucho en abrir el marcador. Los queretanos perdieron el control y el esférico llegó a Diego Hernández, quien realizó una asistencia de antología. El juvenil mexicano levantó la vista y como si fuera un veterano de mil batallas, enseñó una precisión milimétrica y puso el balón donde quiso, exactamente en la cabeza de Nicolás Ibañez. La zaga emplumada no supo por dónde, en especial Areli Hernández. El delantero argentino ya festejaba su tanto con gran emoción y el defensor seguía buscando el esférico, el cual tuvo que sacar de la red con amargura. El portero Gil Alcalá realizó un berrinche, pero nada pudo hacer.
Los locales no lo creyeron y de inmediato ejercieron presión sobre su rival. El empate era obligado, pero sin su hombre más letal, estuvieron muy lejos de inquietar a Felipe Rodríguez. El cancerbero de la visita la pasó tranquilo y ni el traje se ensució.
Los rojiblancos, motivados por su ventaja, sufrieron una terrible noticia que les opacó el panorama. Matías Catalán sufrió un duro choque y el carrito de las desgracias hizo su aparición en la grama del Coloso del Cinatorio. El lateral argentino no pudo seguir más y tuvo que ser sustituido, lo que fue una sensible baja para los pupilos de Guillermo Vázquez.
El complemento no cambió. Querétaro tardó en descifrar el juego de los colchoneros mexicanos. Un gallo muy tigre, ya que pertenece a los norteños, fue el más cercano en hacer daño. Jeison Lucumí ingresó al área, entre tres rivales defensores, pero todo se vino abajo cuando le robaron la redonda.
Javier Cortés salió y en ese momento, San Luis perdió la posesión y los locales penetraron por cada costado, pero el balón nunca quiso llegar a la red.
Los Gallos Blancos no cantaron y perdieron el orgullo contra su odiado rival. San Luis ya se afianzó en puestos de Liguilla y de ahí ya no querrá salir por lo que resta de torneo.