POR RUBÉN BERISTÁIN

FOTO: JESÚS TELLEZ

Los Tuzos salieron molestos del Estadio Azteca, en especial su técnico Paulo Pezzolano. Corría el minuto 74 del encuentro ante La Máquina, cuando el cementero Pablo Ceppelini salió expulsado, justo cuando el marcador estaba empatado a un tanto. Las circunstancias hicieron pensar que a Pachuca le resultaría más fácil la victoria en patio ajeno, pero no fue así.
Para el uruguayo, no supieron aprovechar tener un hombre de más ya que se enfrentaron a un Cruz Azul lleno de actitud.
“No tuvimos tiempo de sentirnos cómodos con un jugador de más, cometimos errores puntuales que nos costó goles en contra. Me llevo la amargura de que estuvimos arriba en el resultado, que un equipo te gane con ganas, es la bronca más grande que me llevo”, admitió con un gesto de enojo.
Tres partidos jugados de visita en el torneo y los hidalguenses no lograr un óptimo rendimiento de visita, donde no han conseguido ninguna unidad, situación que ahora los tiene en el penúltimo puesto del torneo.
“Nos está costado de visita, de local lo hacemos perfectamente, nos faltó agresividad, pareció que nuestro gol fue la vitamina del rival. Son cosas a corregir, tuvimos cosas buenas, pero te queda la amargura de que nos faltó plantearnos bien, utilizar los espacios, y no lo hicimos. Me preocupa que tenemos que mejorar de visita, nos está faltando. Era una linda oportunidad, pero fallamos en jugadas puntuales que nos costó el partido”, expresó el sudamericano.
El triunfo ante los Tigres en el estadio Hidalgo animó, pero no pudieron obtener su segundo triunfo consecutivo. “Contra Tigres no fuimos los mejores del mundo, y ahora no somos los peores. Tenemos que lograr una regularidad, de local y visita, trabajar tranquilos y la bronca que me da es que fue una oportunidad, pero no lo hicimos”, añadió.

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Sobre el videoarbitraje, Pezzolano no quiso hablar y evitó la polémica. “De los árbitros no hablo, del VAR tampoco, yo me fijo en lo que hicimos nosotros, por momentos lo hicimos bien, pero muy lento”, remató.