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2, febrero 2020 - 9:34

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FOTO MEXSPORT
POR RUBÉN BERISTÁIN
ENVIADOS

Toluca.- Una auténtica locura se vivió ayer en el Nemesio Diez. Un partido de fecha cuatro que pareció de auténtica Liguilla, pero donde la maldición de Cruz Azul volvió a aparecer.
Cuando todo indicaba que los cementeros saldrían con los tres puntos del Infierno, salió el chamuco uruguayo, Leonardo Fernández, para frustrarles la fiesta y regresarlos a su más amarga realidad.
Santiago Giménez se estrenó, pero Alexis Canelo y Leo le arruinaron la celebración. Los celestes reaccionaron y lograron darle la vuelta al marcador con tantos de Jonathan Rodríguez y Elías Hernández, pero en el último minuto, la garra charrúa puso cifras definitivas. 3-3 final, lleno de emociones y buen futbol.
A esta Máquina la frenaron de golpe, una vez más en el último instante. Pasan y pasan partidos y tal parece que no aprenden, dejaron ir dos unidades que al final del torneo podrían sufrir.

EL JUEGO
La Máquina no cambió sus vagones. El técnico Robert Siboldi no especuló y aplicó el famoso dicho futbolero “alineación que gana, repite” y no realizó ninguna variación ante los Diablos Rojos. Fue un once inicial muy mexicano con un total de ocho jugadores nacidos en nuestro país.
La buena noticia para Cruz Azul fue haber contado de inicio con sus refuerzos. Lucas Passerini y Alex Castro empezaron en el banquillo, junto a Pablo Ceppelini. Sus tres incorporaciones como sustitutos es sólo un lujo que el técnico charrúa se pudo dar.
El Infierno se pintó de azul celeste muy rápido y dejó el rojo brillante a un lado. Muchos aficionados aún no se acomodaban en sus asientos, otros ni siquiera habían entrado y el gol llegó.
El premio a la perseverancia lo tuvo Santiago Giménez y es que no pudo escoger mejor día para su primer tanto en el máximo circuito. Fue un regalo de cumpleaños para su padre, el Chaco, que estaba en la tribuna y un perfecto guiño a Jaime Lozano, timonel de la Selección Preolímpica, que también estaba en un palco del inmueble al pendiente de cada movimiento de Santi. Ambos personajes lo inspiraron y el joven de 18 años respondió con creces y aprovechó un rebote para vivir su primera celebración. Sólo tardó 266 minutos para realizarlo. ¡Orgullo cementero!
Los choriceros reaccionaron de forma casi inmediata con un voltereta express. En sólo tres minutos realizaron la travesura. Primero fue Alexis Canelo con un remate potente que dejó inmóvil a Jesús Corona. Los asistentes seguían con el festejo y apareció la magia de Leonardo Fernández. El volante pertenece a Tigres, pero en el Estado de México lo están aprovechando al máximo, mientras en tierras regias lo añoran. El uruguayo, en plan diabólico, realizó una gran mancuerna con Felipe Pardo, la zaga celeste ni se enteró y con un toque privilegiado venció a Chuy. ¡Qué zurda de Leo! El averno explotó en júbilo.
La locura siguió en la Bombonera. William da Silva se equivocó con una mano infantil y el silbante marcó pena máxima. Elías Hernández se perfiló, pero el portero Alfredo Talavera realizó una atajada épica y detuvo su disparo. De inmediato el “Oe, Oe, Oe, Tala, Tala”, retumbó por cada parte del Nemesio, sólo que un yerro de Javier Guémez lo apagó de fea forma. ¡Nuevo penalti para los visitantes!
Esta vez el esférico lo tomó Jonathan Rodríguez, quien le puso cabeza y venció al cancerbero sin problemas. Fue su diana número 40 en México.
Todo supondría que en el complemento el nivel de ambos equipos disminuiría de manera notable, pero no fue así. Una Máquina a toda velocidad volvió a tomar la delantera.
El Patrullero esta vez no perdonó y se sacó la espina de forma espectacular, como sólo él sabe, con un disparo en el único lugar donde Alfredo Talavera no llegó.
El juego no bajó de revoluciones y las emociones continuaron a flor de piel. En el último minuto, apareció Leo Fernández para hacer estallar el infierno como auténtico chamuco.

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