Foto: Jesús Téllez

El Diario de los Deportistas tuvo la visita de una histórica: la jugadora de hockey sobre hielo, Luisa Wilson San Román, quien vistió por primera vez la casaca tricolor, durante los Juegos Olímpicos de la Juventud en Lausana, Suiza, en dónde conquistó una medalla de oro, y a su vez se convirtió en la primera mexicana en subir al podio en deportes invernales.

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En Lausana, representó al equipo internacional identificado con el jersey amarillo, en donde anotó seis goles en la final en contra del representativo negro.

No obstante que tuvo a una rival de Rusia o Alemania que era tan grande y poderosa en sus tiros que le daban temor que golpeara la cabeza de alguna de sus compañeras.

“En el hockey  3 x 3 no hay defensa, ni delantero, si hay porteros, pero yo sé que en mi último gol ayudé a que mi equipo para que ganara. Estábamos empatadas 1-1 y metí el segundo gol para mi equipo. Gracias a mis compañeras que estaban ahí y me dieron el pase en el tiempo justo metí el gol, porque si no fuese así me habría obtenido la medalla de plata”, destacó Luisa.

Luisa tiene una preparación de 11 años, desde los tres tomó el bastón de hockey motivada por su papá Brian Wilson, de origen canadiense, y su mamá Laura San Román. Este deporte también lo practican sus hermanos Jack, de 12 y Thomas, de 6 años.

“Yo empecé porque mi papá y mi mamá me pusieron en patines, me dijeron ‘ándale, a ver si puedes’, y desde entonces siempre me llevaban a los entrenamientos, siempre están detrás de mí ayudándome”, expresó Luisa, quien sueña con tener una carrera de actuación o estudiar biología marina.

“Siempre me imaginaba como una actriz, siempre detrás de una cámara y me gusta ser entrevistada”, expresó la niña que  desde la primaria escenificó papeles principales porque memorizaba las líneas muy rápido, además de que le encantaba cantar y bailar en los musicales, entre ellos mencionó Hearts Pride (Corazón Orgulloso).

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En el ámbito deportivo, va paso a paso en un colegio público en Toronto, Canadá, en donde tenía de compañera a la tenista Bianca Andreescu, jugadora que le ganó a Venus Williams, la final del Abierto de los Estados Unidos.

“Solo tenía tres años cuando empecé el hockey, pero a los 5 empecé el patinaje artístico. Mi papá siempre nos explicaba, Tommy todavía estaba en el cielo -no había nacido-, que el patinaje me iba a ayudar para jugar hockey, porque podríamos utilizar los filos de los patines mejor”, dijo la adolescente llena de sorpresas, ya que en Las Vegas, como patinadora artística ganó una presea de plata.