POR: Alejandro Alfaro

Foto: Ramón Romero

Monterrey.- En el nombre de la pasión se puede hacer cualquier cosa, más en un deporte que mueve tantas sensaciones y sentimientos como el futbol.

Lo que sucedió en Monterrey es una de esas historias que revalidan lo genuino del amor de los aficionados por sus colores y los jugadores que representan la camiseta del club de su vida.

Noé Ramírez, es un aficionado americanista que radica en Nuevo León y tiene 21 años de edad. Hace ocho meses, fue padre por primera vez y sin pensarlo, decidió nombrar a su primogénito igual que su jugador favorito: Guido Rodríguez.

En medio de la fiesta que resultó la llegada de América a la Sultana del Norte, Noé platicó con ESTO y presumió el acta de nacimiento de su bebé, quien lleva por nombre Guido Sebastián. Ilusionado, compartió que estaba ahí con la esperanza de que el mediocampista argentino se detuviera y le firmara el documento para tenerlo como un recuerdo, más aún si es que se concreta su salida al futbol de Europa.

Para la mala fortuna de Noé, el plantel azulcrema no salió por la terminal aérea, ya que un autobús entró hasta la pista de aterrizaje y ahí, recogió a los futbolistas para llevarlos a su hotel de concentración ubicado en el municipio de San Pedro.

Dentro de todo, en El Diario de los Deportistas encontramos la forma de quedarnos con el contacto del ferviente hincha de los Millonetas para así poder lograr el contacto que tanto deseaba con su ídolo.

Mediante un previo acuerdo con Guido Rodríguez, quien vio el video de la entrevista que le hicimos a Noé, el contención aceptó con gusto recibir a su seguidor en la sede emplumada en suelo regio.

La travesía fue larga para el joven americanista. Tuvo que atravesar de extremo a extremo la ciudad en un recorrido cercano a una hora, pero que al final valió completamente la pena.

En cuanto el grupo de América terminó de cenar, Rodríguez salió del salón y conoció a Noé.

Emocionado, el hincha lo abrazó y rompió en llanto, “no lo puedo creer”, decía. Guido no daba crédito a lo que veía mientras revisaba el acta de nacimiento, misma que firmó gustoso al tiempo de que le comentaba “estás loco”.

Al final, la historia tuvo un final feliz. Noé se quedó con un recuerdo para toda la vida y Guido Rodríguez dio fe del cariño que los aficionados le tienen.