No podía ser de otra forma.

La gran semana 13 de la NFL terminó con un partidazo, donde los Halcones Marinos de Seattle resistieron la embestida de Kirk Cousins y los Vikingos de Minnesota para derrotarlos 37-30, resultado que los impulsó a la cima de la Conferencia Nacional al colocarse con registro de 10 victorias y dos derrotas, el mismo que San Francisco y Nueva Orleans.

Una gran actuación de la defensiva y del corredor Chris Carson hizo estallar el CenturyLink Field.

EL JUEGO

Tal como se preveía, Vikingos y Halcones Marinos se enfrascaron en una durísima batalla, el primero para mantenerse en zona de playoffs y el segundo para alcanzar a los líderes de la NFC. Ninguno defraudó.

Durante la primera mitad la visita tomó el control de las acciones, lucían más cómodos con un Dalvin Cook que movió las cadenas a placer. Justamente de la mano del #33 cayó el primer touchdown; la retaguardia también se registró en el marcador con una intercepción devuelta hasta la zona prometida por el profundo Anthony Harris.

Ya en el complemente y en desventaja (10-17), los pupilos de Pete Carroll sacaron toda su experiencia a flote. Anotaron 24 puntos sin respuesta, incluidas dos anotaciones de Rashaad Penny, y cuando parecía que el partido estaba definido surgió una reacción de Cousins, el criticado pasador de Minnesota.

Dos touchdowns aéreos de los Vikingos los puso a cuatro tantos con menos de siete minutos por jugar, pero los fantasmas del ex pasador de Washington volvieron al emparrillado. Cousins tuvo la serie definitoria en su poder y fracasó de nueva cuenta. Una vez más.

Seattle no necesitó de la mejor versión de Russell Wilson para sacar el partido, ya que apenas registró 240 yardas, dos TD y fue interceptado en una ocasión, mientras que Carson tuvo 102 acarreos para 102 yardas y una anotación. En Minnesota Cousins contabilizó 276 yardas, dos touchdowns y fue interceptado en una oportunidad.

Al final el tiempo de posesión marcó la diferencia con 39 minutos para los vencedores por únicamente 20 para el perdedor.