Con la tecnología de Google Traductor

Mira

12, octubre 2019 - 11:27

┃ Jorge Briones

UNAM

FOTO: ERIK ESTRELLA

Fue una mañana muy especial en Ciudad Universitaria.

Desde tempranas horas del día, aficionados de la UNAM y del Instituto Politécnico Nacional fueron haciendo acto de presencia en las inmediaciones del estadio Olímpico Universitario. El clásico nacional de la ONEFA entre Pumas CU y Burros Blancos había levantado mucha expectación a lo largo de las últimas semanas, donde más allá de la rivalidad deportiva ponían en juego el liderato de la temporada y de paso su condición de invicto, ambos con un arranque de 4-0.

El dispositivo de seguridad y de tránsito estuvo a la altura del evento, con alrededor de tres mil elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, quienes hicieron varios retenes previo a los accesos del inmueble, supervisando que los aficionados visitantes llegaran por avenida Insurgentes, mientras que los locales, que se reunieron del lado del “palomar”, lo harían por avenida Revolución, evitando cualquier tipo de enfrentamiento entre ambos grupos de animación.

La violencia que llegó a caracterizar este partido parece haber quedado en el pasado. Ahora todo es fiesta y esa pasión la han transformado exclusivamente en rivalidad deportiva. Son los dos equipos más importantes del futbol americano nacional, representantes de las dos máximas casas de estudio del país, y ahora se vive entre un ambiente familiar donde se ve a los jugadores de categorías infantiles y familias en las tribunas.
Fueron más de 30 mil aficionados los que le pusieron calor al “gran clásico”, con los Huelum y Goyas retumbando con gran fuerza durante toda la mañana en el “templo del futbol americano” en México.

Para ver como deshabilitar las notificaciones, da clic aquí